La reina Letizia se encuentra en una difícil encrucijada tras recibir una noticia que puede cambiarlo todo. Su decisión puede resultar el final absoluto de su relación con los padres de su marido, el rey Felipe VI. Y es que alguien ha llamado a su puerta y pide cita. Quiere reunirse con ella para hablar de uno de los escándalos que azotan a Casa Real. ¿Cómo ha reaccionado doña Letizia? Te lo contamos todo a continuación.
Una relación ya muy complicada
> No es nada nuevo escribir acerca de la mala relación que la reina Letizia mantiene con sus suegros, don Juan Carlos y doña Sofía. Son muchas las ocasiones en las que la distancia entre ellos se ha hecho visible. Se cumple, además, el primer aniversario del desencuentro entre Letizia y Sofía en Palma de Mallorca. Aquellas imágenes sirvieron como punto de inflexión y dicen, incluso, que el rey Juan Carlos tuvo que hablar seriamente con su hijo para decirle que frenara a su mujer y evitara escándalos de corte similar.
Las relaciones actualmente, insisten fuentes de total solvencia, son de falsa cordialidad. Sin embargo, es evidente que evitan coincidir en actos protocolarios y, mucho menos, cuando la obligación se convierte en devoción. Por eso son tan pocas las ocasiones en las que Juan Carlos se doblega para dejar que le fotografíen al lado de su nuera. Pero la tensión podría seguir aumentando entre ellos si finalmente Letizia toma la decisión de aceptar la propuesta que tiene sobre la mesa y que, sin ningún género de dudas, supondría un desafío para la Corona.
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La decisión de Letizia
> Las cosas se complican en Casa Real por obra y gracia de una de las amigas más entrañables que ha tenido don Juan Carlos. Según publica Vanity Fair, Corinna quiere reunirse con doña Letizia. ¿Los motivos? “Poner fin a la campaña de siete años de abuso e intimidación contra ella”. A tal efecto, los abogados de la rubia ya han dado los pasos pertinentes pero no reciben de Zarzuela la respuesta esperada. El hecho de que aunque con evasivas las misivas de los representantes de Corinna sean atendidas, da una idea del temor que hay en palacio a que esta mujer tire de la manta.
Lo cierto es que Corinna sigue insistiendo en que no cesan las intimidaciones sobre ella. Apunta directamente a la cabeza de don Juan Carlos y al CNI cuando asegura que quieren dejarla fuera de juego porque sabe demasiado. Información tiene mucha, al menos es lo que se desprende de las conversaciones que se publicaron hace un tiempo. Al parecer, don Juan Carlos la habría hecho depositaria de importantes documentos que ella no estaría por la labor de devolver. En sus manos está la información sobre el patrimonio del rey emérito, el cómo, cuándo y dónde lo obtuvo y la gestión que ha hecho del mismo.
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Don Felipe no se habla con su padre
> Casa Real atraviesa uno de sus peores momentos. La familia real está más desunida que nunca. El asunto ha llegado a un punto en el que don Felipe ya apenas habla con su padre. Las cosas se enfriaron hace años y han acabado por congelarse. Tampoco don Juan Carlos está feliz con su hijo, pues considera que ha tomado decisiones que le han hecho mucho daño. No lleva nada bien haber sido apartado de la agenda real. Por otro lado, ni olvida ni perdona que su hijo y doña Sofía unieron fuerzas para dejarle una única salida: la abdicación.
En cuanto a doña Sofía, la relación con Letizia es inexistente. La reina ha decidido hacer la vida imposible a su suegra. Y para muestra, un botón, haber repetido el mismo look que llevaba el día del rifirrafe en Palma con doña Sofía. Y lo ha hecho justo un año después de un hecho que puso en jaque a la monarquía por la gran repercusión mundial que alcanzó.
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La obsesión de Letizia
> Desde el principio, para Letizia, el enemigo a batir ha sido doña Sofía. A la reina no le gustó que su suegra subrayara que tenía que enseñarle lo que no conocía por nacimiento. Doña Letizia se lo tomó a mal porque entendió significaba un insulto a sus orígenes. Y fue ahí cuando empezó a diseñar cómo sería su reinado. Si se observa con detenimiento, totalmente opuesto al de doña Sofía. La reina huye de los temas que llevó adelante su suegra para centrarse en otros que considera de mayor calado cultural.
El gran pesar de la reina es que no puede deshacerse de doña Sofía. El rey necesita que su madre siga en la agenda real ya que es el miembro de la familia mejor valorado. El hecho de que doña Letizia no empatice es un gran problema en Zarzuela. Por más que han intentado suavizar su imagen para hacerla más cercana, nada han conseguido. Ante esto, surgen las comparaciones, que irritan sobremanera a la reina.
