Es casi imposible pensar que la relación que existe actualmente entre Kiko Matamoros y su hijo Diego pueda llegar a buen puerto. Al menos a corto plazo. Los numerosos cruces de acusaciones y las duras afirmaciones que ambos se dedican, distan mucho de lo que sería una idílica relación paternofilial.
Hoy, en el programa de Ya es Mediodía, el colaborador de Sálvame ha estallado, a raíz del polémico paso de Diego por Sábado Deluxe, donde se sometió al polígrafo. Kiko ha decidido tomar medidas legales e interpondrá una querella a su propio hijo.
Enfrentamientos del pasado
Toda la tensión que hubo acabó por destrozar a Kiko que, por primera vez en público, ha derramó lágrimas de impotencia: «Claro que he hecho cosas mal, y se lo he dicho a ellos, pero ya no puedo más, llevo mucho tiempo con todo esto. Me han llamado sinvergüenza, han dicho de mí todo. Que cada día me duele menos también es verdad. Porque cuando ves este tipo de situaciones, ya no sé qué puedo hacer. Creo que no he provocado a nadie, ni tampoco a la madre de mis hijos. Asumo que cada vez que de un paso tenga a mi hijo dándome, pero es contradictorio con lo que ellos dicen».
