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El pasado que persigue a Gustavo González y María Lapiedra no les deja avanzar

Gustavo González y María Lapiedra siguen dando de que hablar. Desde que en diciembre del año pasado se destapara su amor clandestino, ahora lo viven sin esconderse. La pareja protagoniza un reportaje mostrando su felicidad pero no es oro todolo que reluce. El periodista y la ex stripper viven días de furia. Hay muchos temas que deben solucionar.

Gustavo González y María Lapiedra: en su mejor momento

El pasado que persigue a Gustavo González y María Lapiedra no les deja avanzar

Gustavo y María por fin disfrutan de su relación. Tras meses estando de plató en plató y sufriendo malos momentos, ahora parecer ser que las aguas de han calmado. Y eso no es nada nuevo. Muchos afirmaban que está relación no tendría un final bueno, pero lo cierto es que están juntos. Muchos también afirmaban que ella no se separaría de su ex, pero lo ha hecho. Desde el 13 de julio tiene el convenio de divorcio. Y ahora le toca a el. María cuenta que la ex mujer de Gustavo no se lo está poniendo nada fácil. Asegura además que «quiere más de lo que le toca». Declaraciones que no sentarán nada bien a la familia de Gustavo.

Además, el colaborador ha logrado algo que por el momento no había conseguido nadie. Y es que María Lapiedra se ha reconciliado con su familia. En la celebración de sus 34 cumpleaños estuvieron todos. Y es algo que le llenó de felicidad a María que hacía mucho que no disfrutaba de la compañía de los suyos. A Gustavo por el contrario, todavía le quedan cuentas pendientes. Tiene que arreglar el divorcio con su ex mujer y recuperar el cariño de sus hijos. Todo apunta a que los hijos del paparazzi no ven bien la actuación de su padre y no quieren tener relación con su padre. Al menos, por el momento.

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No habrá boda por el momento

El pasado que persigue a Gustavo González y María Lapiedra no les deja avanzar

De momento no habrá boda. No porque no quieran, sino porque Gustavo todavía no se ha divorciado. Los dos exponen sus deseos de formalizar su relación en Diez Minutos. Están locamente enamorados y desean que el amor que tienen les dure toda la vida. Unas palabras que definen muy bien el momento por el que están pasando. Bien, pues tendrán que esperar. O mejor dicho, tendrá que esperar María Lapiedra. Porque como ella bien cuenta en la revista, ella ya esta divorciada. Pero también argumenta que igual que ha esperado ocho años, puede esperar un poco más.

Para la boda hay dos opciones. Según nos cuenta María piensan en hacerla muy íntima y que solo vayan familiares y amigos muy íntimos, o hacerla por todo lo grande. Gustavo tendría un problema, expone que le encantaría que fueran sus hijos. Porque no concibe un día tan importante para él y que sus hijos no estén. Lo tiene complicado, porque la relación que tiene con sus hijos ahora mismo es muy difícil. Pero asegura que con el tiempo recuperará todo el cariño que ha perdido.