No son tiempos fáciles para María Teresa Campos. Demasiados frentes abiertos y pocas soluciones para lidiarlos. Su reciente firma de discos en Madrid ha sido la última noticia que ha provocado el desánimo de la «reina de las mañanas». Problemas a los que se suman la reciente desaparición de su gran amigo y compañero José María Íñigo, o que su nieta, Alejandra Rubio, vuelva a estar en el foco mediático. Y es que la matriarca del clan Campos, que a todo esto sigue sin programa propio en la parrilla, atraviesa sus peores momentos.
Poca asistencia en su firma de discos
El pasado fin de semana convocaba una rueda de prensa, en su mansión madrileña, para presentar a todos los medios su nuevo trabajo musical. Pues con el disco Una bella historia la presentadora se estrena como cantante. Y lo hace junto a su pareja, el chileno Edmundo Arrocet, aprovechando que ambos comparten una fuerte pasión por la música.
Y como buenas estrellas de la canción, la pareja, recientemente, ha celebrado su primera firma de discos en el centro comercial El Corte Inglés del Paseo de la Castellana en Madrid.
Pero ni ellos, ni los medios allí presentes, ni la propia Carmen Borrego que acompañó a su madre en tan marcado día, podían presagiar el poco éxito del evento. Y es que solo dos personas se acercaron hasta el centro comercial para poder ver de primera mano a sus cantantes favoritos.
Un duro revés que no ha gustado, para nada, al clan Campos. Pues acusaron al mismo centro de ser el principal responsable de que solo dos personas se hubieran acercado hasta el sitio, alegando a que habían hecho muy poca difusión del evento. Aunque según confesó María Teresa Campos a los medios allí presentes: «Todo es una cuestión de Mediaset».
