Ni en sus fantasías más ambiciosas habría soñado Georgina Rodríguez con el hecho de que su vida, en apenas un año, daría un vuelco tan brutal. Con 22 años, trabajaba como dependienta en el córner de Prada de El Corte Inglés de Nuevos Ministerios en Madrid.
Cuando cumplió 23, ya llevaba algo más de tres meses de relación con el que parece ser el hombre de su vida, Cristiano Ronaldo. Y ahora, con sus flamantes 24, Georgina Rodríguez ya es toda una madraza de Alana Martina, su primera hija junto al crack portugués. ¿Alguien da más?
¿Cumpleaños feliz?
Acompañados siempre por dos miembros de seguridad privada, tanto para él, como para ella, Cristiano Ronaldo y Georgina Rodríguez acudían a almorzar a Trocadero Arena, uno de los chiringuitos de más renombre de la Milla de Oro marbellí. A la salida del restaurante, la joven pareció sentirse incómoda con la presencia de la prensa, una situación con la que tiene que lidiar por defecto, pues es el novia oficial del futbolista mejor pagado del mundo.
El tiempo lluvioso impidió desarrollar su actividad romántica en exteriores, entonces la pareja volvió al hotel y esperaron allí hasta la cena. Alrededor de las nueve de la noche acudieron al prestigioso restaurante Nobu para celebrar los 24 de la modelo.
