Cuando creíamos que Pedro Sánchez era el Adonis de la política, llega Cataluña y nos abruma con nuevas lecciones en la cara. Ejemplo: Roger Torrent. En estos últimos meses, la reivindicación de la independencia de la región española ha copado las portadas de los periódicos no solo en el ámbito patrio sino también en el internacional.
Desde el pasado 1 de octubre, con el referéndum ilegal, en tierras catalanas se vive un clima de tensión: el president de la Generalitat huido de la justicia, siete consejeros del gobierno en prisión por delitos de rebelión, sedición, conspiración y malversación. Toda una trama política, un despropósito, que acabó con la intervención del gobierno central y la convocatoria de nuevas elecciones. ¿El resultado?
El nuevo Roger Torrent
Roger Torrent ha experimentado un espectacular cambio físico: no solo a la hora de vestir sino en sus facciones e incluso en su grooming personal. Su defensa del independentismo queda en un segundo plano para los ojos más frívolos cuando se engalana y trajea en defensa de la libertad de su pueblo, al que hoy representa en su cámara particular.
Torrent es un político que ha madurado y desarrollado su actividad profesional en las filas de Esquerra Republicana de Cataluña. En un principio, desde las juventudes (1998). 18 años de experiencia profesional desde que en 2000 diese el salto definitivo a Esquerra. Cabe decir que durante toda su trayectoria política ha alternado diferentes cargos tanto de forma interna como en las propias instituciones públicas.
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