Casados a primera vista es un concepto de reality un tanto peculiar. Los concursantes se ponen en las manos de psicólogos y especialistas que les proporcionarán a la persona adecuada para pasar el resto de su vida. En directo viviremos la celebración de un matrimonio en el que los telespectadores sabemos más de los novios que ellos mismos. Jamás se han visto, solo saben que son complementarios a nivel psicológico, pero ¿y el físico? ¿Y esa chispa que surge? Existe el amor a primera vista o es solo un falso mito. Los participantes tienen que aguantar el primer impacto y empezar a vivir como marido y mujer frente a las cámaras. La convivencia inicial es lo suficientemente difícil, solo hace falta sumarle los nervios y la timidez de vivir con alguien que ni siquiera conoces.
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Samantha y Juan Diego
El amor a primera vista a veces se puede confundir por el deseo a primera vista. Samantha y Juan Diego son dos chicos guapos a los que el programa decidió emparejar y ellos siguieron en este juego. La audiencia los veía cada vez más juntos y no entendía como no podían lograrlo, aparentemente lo tenían todo, parecían compatibles y siempre les acompañaba ese aire de comprensión. Juan Diego decidió firmar los papeles del divorcio y Samantha se sintió totalmente engañada por él. Realmente había convencido a toda España de que la quería.
