Casados a primera vista es un concepto de reality un tanto peculiar. Los concursantes se ponen en las manos de psicólogos y especialistas que les proporcionarán a la persona adecuada para pasar el resto de su vida. En directo viviremos la celebración de un matrimonio en el que los telespectadores sabemos más de los novios que ellos mismos. Jamás se han visto, solo saben que son complementarios a nivel psicológico, pero ¿y el físico? ¿Y esa chispa que surge? Existe el amor a primera vista o es solo un falso mito. Los participantes tienen que aguantar el primer impacto y empezar a vivir como marido y mujer frente a las cámaras. La convivencia inicial es lo suficientemente difícil, solo hace falta sumarle los nervios y la timidez de vivir con alguien que ni siquiera conoces.
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Marie y Jonathan
Los recién casados decidieron no mantener relaciones sexuales hasta conocerse un poco más. Decisión que les honra y les ha permitido forjar un vínculo afectivo. Han demostrado que son una pareja en toda regla, dispuesta a intentar tener un matrimonio ejemplar. Jonathan dice de la diseñadora que se ha convertido en su mejor amiga y que jamás ha tenido una relación similar con nadie. Existe esta conexión necesaria para que se instale en amor, pero de momento se están conociendo un poco más. No han firmado los papeles del divorcio y esperan poder anunciar buenas noticias en un futuro. Quien sabe cómo terminará su relación, quizás en otra boda o en algo más.
