Ángel Garó se ha convertido en el personaje revelación del último mes en el mundo del corazón, del entretenimiento y del cotilleo en general. La chispa que encendió la mecha fue la denuncia por presuntos malos tratos que interpuso su ex pareja, Darío, con quien mantuvo una relación de un año y medio y con quien incluso compartía viviendo en el centro de Málaga.
Sus llamadas en directo al programa ‘Sálvame’, algunas para excusarse o otras para atacar, han dejado ojipláticos a colaboradores y espectadores, que podrán disfrutar el próximo sábado de la primera entrevista en televisión del humorista tras sus altercados con sus parejas e incluso con la Policía de Málaga, a quienes llamaba «mis empleados» totalmente desnudo y desde el balcón de su casa.
Su carácter
Conocimos a Ángel Garó cuando apenas era un niño. Siempre vestido de negro, muy guapo, y además, muy gracioso. Con mucho arte y carisma. “Era diferente, no estaban acostumbrados a que el guapo fuese gracioso. Lo típico era ver a un humorista feo, gordo, pero a un chico tan guapo que hiciese gracia era muy complicado”, explicaba Ángel Garó en un ejercicio de ego.
Pero cuando se apagaban los focos, sus compañeros de profesión dibujan a un Ángel oscuro, sombrío, con un carácter complicado. «Es un prepotente, un mal compañero en el escenario. Su comportamiento nunca ha sido normal y le hacía la vida imposible a las personas que veía que podían triunfar más que él. Es muy falso, es insoportable», decía una compañera de trabajo en una llamada de teléfono con el programa ‘Sálvame’.
