Penélope Cruz está imparable, arrasadora, potente y más activa en el mundo del cine que nunca. La madrileña forma parte del reparto de la nueva película ‘Asesinato en el Orient Express’ interpretando a una de las sospechosas de asesinato en el famoso tren, una nueva versión de la novela de misterio de Agatha Christie que ya fue llevada al cine por primera vez en 1974.
Esta vez estará en manos de Kenneth Branagh que será director, productor y protagonista, y estará acompañado de otros guapos de Hollywood como Johnny Depp, Michelle Pfeiffer, Daisy Ridley, Willen Dafoe, Judi Dench y Josh Gad, entre otros.
Una carrera consagrada en lo más alto de la meca del cine desde que se diera a conocer por primera vez en 1992 en la cinta ‘Jamón, jamón’. Más de un cuarto de siglo desde su debut y en los que su cambio físico también ha sufrido una increíble y notoria transformación para bien. Hoy en ‘Cotilleo.es’ repasamos los mejores momentos de ‘Pe’ en su carrera acompañados de su evolución estética y física.
Sus orígenes profesionales y su aspecto de niña díscola
La primera película de Penélope Cruz fue ‘El laberinto griego’ en 1990 dirigida por Rafael Alcázar, y después vino ‘Jamón, jamón’ del director Bigas Luna en 1992, tras ser elegida por dicho director entre multitud de actrices. Ella tenía algo que gustaba ya a todos los hombres españoles.
De esta película, rodada gran parte en Los Monegros, la actriz salió potenciada como una sex-symbol atractiva y sensual debido al contenido erótico de la película. Compartió protagonismo con los también por entonces principiantes Javier Bardem y Jordi Mollá. Y es que como vemos a principios de los 90 su carita de niña buena, mofletes redondeados y nariz achatada eran sus rasgos más característicos.
