El papel con el que nos enamoró Kate Winslet es sin duda, el de Rose DeWitt Bukater, la burguesa chica británica que viajaba a Nueva York desde Liverpool a lomos del mítico Titanic. Sin embargo, no fue el papel que la llevaría a ganar el Oscar.
En muchas ocasiones, los premios no llegan en los momentos que se esperan por mucho que piensen o deseen la mayoría. Y si no, que se lo pregunten a su compañero de batallas, Leonardo DiCaprio, al que le ha costado más de 20 años de trayectoria poder alzarse con la famosa estatuilla dorada. En realidad el caso de Kate no es tan extremo. Dejemos de exagerar. Está mona, ¿no? ¡Opinad vosotros!
