comscore

Los vicios ocultos de Álex Lequio que le han ocasionado este inquietante e impactante cambio físico

Álex Lequio ya no es el niño pequeño que iba mordiendo micros por la vida cuando en aquel entonces, sin una Ley del Menor tan férrea como la actual, la prensa acosaba a la mujer del momento: su madre, Ana García Obregón. Medio italiano, medio español y con mucho swag Álex es un smart boy.

Estudió una doble carrera en la prestigiosa Universidad de Duke en Estados Unidos: Filosofía y Ciencias Políticas, algo que ha llenado de orgullo tanto a su madre, como a su padre, Alessandro Lequio, quien ha confesado en más de una ocasión que su hijo -y homónino- es su ojito derecho.

2
Todo un hombre de negocios

Poco queda ya de ese chico de la fotografía con el polo azul al que sus padres presentaban en sociedad al cumplir los 18 años a la vez que con tristeza -y orgullo- despedían en el aeropuerto de Madrid-Barajas. Al llegar a su mayoría de edad, Álex, acompañado de sus progenitores, tomaba rumbo a Carolina del Norte para empezar su doble licenciatura y ahora, tal y como podemos ver en la imagen, es una persona completamente diferente. La vida del businessman: trajes de chaqueta, prisas y cervecitas y cigarrillos entre reunión y reunión. Lejos de tomar los derroteros de su hermano Clemente -basados en el pollo hervido y los gimnasios 24/7-, Álex se toma la vida de otra manera y además, todos conocemos a la perfección el concepto de «barriga cervecera» teniendo en cuenta que la cerveza contiene cebada y que la cebada ceba. La realidad es que esa incipiente barriguita seguro ha sido tema de debate y conversación entre su madre, Ana, que se conserva con la Barbie que es, y su padre, Alessandro, que todavía luce abdominales y por qué no decirlo, rompe corazones en casa, y según cuentan, también fuera de ella…