Su incursión en el mundo de la moda era una cuestión personal y familiar. Su tía, Paola Dominguín, modelo profesional y cuyos pasos Bimba tenía claro que no solo quería seguir sino ampliar. Inspiración y musa de diseñadores españoles como su íntimo amigo David Delfín, la joven maniquí dio el salto a las pasarelas internacionales y fue imagen de la firma italiana Gucci en el año 2001. Infinidad de portadas en revistas como Vogue, Telva, Interviú o Yo Dona hicieron de la pequeña de los Bosé algo más que una modelo. Un rol andrógino que afortunadamente desde España exportábamos al mundo de la mano de la sobrina de Miguel que bien le valía tener nombre propio. Y es que Bimba, donde estuvo, dejó huella.
