Nadie entiende lo que le está sucediendo. Ni siquiera el clan de las Campos con las que siempre ha mantenido una relaciĂłn casi familiar y que ahora, me cuentan, está en barbecho. O tal parece, segĂşn lo que explican cuando creen que nadie les escucha. Es evidente que lo de RocĂo Carrasco es un asunto difĂcil de abordar.
Más de un año sin verse y en su encuentro en los juzgados no se ha acercado a besar a su único hijo varón.
2La extraña reacción de Fidel Albiac
Permanece en absoluto silencio ante el devenir triste de los acontecimientos. La misma actitud es la que tiene Fidel Albiac aunque Ă©l mantiene que todo aquello relacionado con su vida que sea expuesto en televisiĂłn será carne de demanda. Pretende censurar aquellos comentarios que pongan sobre la mesa el papel que juega ante la explosiĂłn familiar.Â
La que tambiĂ©n calla en pĂşblico pero es firme en privado es RocĂo Flores. La hija mayor de RocĂo Carrasco y Antonio David Flores ya ha dado la causa por perdida. «No quiere saber nada de su madre porque ya no puede con tanto dolor. Es como si ya no existiera, como si hubiera desaparecido. Lo ha pasado muy mal y no está dispuesta a que tambiĂ©n se le pervierta su segunda juventud», me dice alguien que la conoce bien que deja claro que, eso sĂ, es momento de cumplir con las responsabilidades: «ella mantiene que si su madre no quiere estar en su vida, que no estĂ©, pero que va a luchar para que le pase la manutenciĂłn hasta que finalicen sus estudios».Â