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Dulceida ha dado el «sí, quiero»

La youtuber e It Girl española ha dado el «sí, quiero» a su pareja, en una boda íntima en la playa. Así lo ha hecho saber a través de las redes sociales. La ceremonia ha sido de lo más especial y ha estado llena de estilo, de un estilo muy característico como es el de Aida Domenech. 

Y es que Dulceida se ha hecho querer en las redes a través de su estilo, y de su personalidad. Millones de jóvenes han seguido a esta youtuber a través de sus redes, y la pedida de mano por parte de Alba Paul ya había sido de lo más especial. Y por supuesto, el enlace ha seguido en la misma línea.

Dulceida y Alba se decían el "si quiero"
Dulceida y Alba se decían el «si quiero»

La ceremonia estuvo oficiada por el actor Javier Calvo y el cantante Carlos Sadness en la playa, y así lo hicieron saber ellos también en sus redes. Eso sí, mandándole mucho amor a las novias. Entre los invitados, había algunas influencers y amigos de la pareja, que deseándoles lo mejor, subieron fotos de la boda bajo el hashtag #dulcewedding.

El lugar del acontecimiento todavía es un secreto. Y lo han hecho así para tener mucha más intimidad, y que por supuesto, sea la boda soñada de ambas. También, claro está, para evitar que todo el fandom se presentara en el lugar de la ceremonia. Porque aunque las intenciones sean buenas, todos los famosos, sean youtubers, o sean celebrities, necesitan disfrutar de su día especial, de su intimidad, y eso lo ha sabido hacer muy bien Aida Domenech y Alba Paul.

Ha sido una boda llena de estilo, pero sobre todo, de amor, porque el amor estaba en el aire

De blanco, con vestido o con esmoquin: el amor estaba en alire
De blanco, con vestido o con esmoquin: el amor estaba en alire

El vestido fue de ensueño, aunque estaba cantado que el diseñador iba a ser Ze García. No solo hizo uno, sino que Dulceida llevó dos. El primero, con un vuelo de princesa, pero con (aparente) palabra de honor, y espalda totalmente descubierta. Esto último es una seña de la propia Dulceida, que parece que le gusta siempre repetir. El segundo vestido también llevaba la espalda al aire. Eso sí, era de corte de sirena, con encaje, y volantes, algo más folklórico. 

En conclusión, una boda soñada: llena de amigos, de estilo, y sobre todo, de mucho amor por parte de todos. Se ve que Dulceida se ha dejado querer, y eso se ha demostrado en días como este.