Toño Sanchís pisa todos los platós que no estén encuadrados dentro del universo ‘Sálvame’. Si hace unos días habló para ‘El programa de Ana Rosa’, ayer se sentó junto a Toñi Moreno en ‘Viva la vida’, espacio donde explicó su visión sobre la sentencia que le obligará a desembolsar más de 600.000 euros a Belén Esteban. Toñi le preguntó si se aprovechó de las circunstancias, eufemismo para no hablar de sustancias, y Toño se enfadó: «Como ella decía, estaba drogada, pero no era tonta. Yo eso lo he vivido y sí, me parece una crueldad de pregunta, fue ella la que me pidió cambiar los porcentajes porque estábamos ganando mucho y pensaba que era lo justo».
El manager de las estrellas alega que Belén le aumentó el porcentaje de cobro de forma verbal, teoría que no parece haber sido creída por la juez. Además dice que recurrirá la sentencia porque tiene posibilidades, dice que no se plantea hacer frente al millonario pago y afirmó que denunciará al reportero Luis García Temprano porque supuestamente ha vulnerado el derecho a la privacidad de un menor. Y no es esto lo más grave…
El problema desvelado en diciembre de 2015 arrancó con mal pie para Sanchís, que se enrocó ante una Belén Esteban que dice que le hubiera perdonado incluso si le hubiese robado. Pero el manager se negó a darle sus facturas, se quedó sin su principal fuente de ingresos, vio como otros representados se iban de su lado tras salir a la luz el escándalo y su reputación se hundió. Al menos salvó su empresa, guardó un prudente silencio que rentabilizaría en revistas y en dos decepcionantes apariciones estelares, ‘Levántate All Star’ y ‘Gran Hermano VIP’, pero ahora el juego se ha terminado para él.
Y lo ha hecho porque la justicia le ha dado la espalda y porque su peso como personaje televisivo es muy ligero, ya que sus obstinados y excesivos ataques a Belén Esteban, que contrastan con los almibarados lametones de antaño, le convierten en un personaje muy monótono. No sabemos si el recurso irá para adelante, ya que le podría costar más de 60.000 euros cuando sus expectativas son muy reducidas, si podrá mantener su casa, si seguirá su historia de amor con Lorena o si el libro que prepara contra La Princesa del pueblo le ayudará a pagar el desaguisado, pero está claro que la dureza de la sentencia supone un varapalo que podría haber afectado a su estado de ánimo.
