comscore

Irma Gómez: «Denuncié a Fidel Albiac porque vi malos tratos a Rocío Carrasco»

Rocío Carrasco vive envuelta en continuas polémicas. Es la contraindicación a tantos años de destierro mediático. El efecto adverso al silencio sepulcral que guarda frente a todo. Pero en algún momento tendrá que hablar, sobre todo porque vuelven del pasado episodios que ella creía olvidados.

Esta revista ha tenido acceso al testimonio de Irma Gómez, la niñera que trabajó durante los años 1999 y 2000 como niñera en casa de Rocío Carrasco y Fidel Albiac en Valdelagua. Tal y como reza en la documentación que ha podido recabar Cotilleo.es y que también publicó la revista Hola, Irma denunció a Fidel por episodios de violencia física y psicológica contra Rocío Carrasco: «Fidel le llamaba retrasada mental, mongola, en los casos en los que ella no opinaba como él, y en dos ocasiones, a raíz de estas discusiones, teníamos que coger a los niños y marcharnos a casa de la madre. En las dos ocasiones era evidente que había sido objeto de agresiones físicas, porque así lo demostraba el morado que tenía en el ojo o su ligera cojera al andar. En una de estas veces que salimos en dirección a La Moraleja supuestamente él tenía que marcharse con sus cosas y abandonar la casa. En una ocasión, en una de las discusiones, cuando vivíamos en el Encinar de los Reyes, tuve que tirar una televisión destrozada, tres láminas del somier y una caja de cartón en la que había ropa de Fidel cortada a trocitos pequeños el día anterior, noche en la que vino a la casa Rocío Jurado y como bien recordará ella no la dejaron subir al piso. Lo del Encinar fue posterior al accidente de tráfico».

rociofidel

Pero, ¿qué sucedió tras la interposición de la denuncia? Irma Gómez responde, en exclusiva: «Denuncie a Fidel porque vi malos tratos hacia Rocío Carrasco. En el juicio, sin embargo, no pude acreditar que lo que yo había denunciado se había producido y le absolvieron, sí». Fue entonces cuando para proteger su honor, Fidel interpuso denuncia por injurias y calumnias, considerando que lo explicado por Irma era falso. Tal y como ha comprobado esta revista, el juzgado número 14 de Alcobendas falló a favor de la paraguaya, absolviéndola de los delitos de los que estaba siendo acusada: «Fidel apeló en segunda instancia pero, después de una conversación que tuve con ellos, decidió retirar los cargos». Pero, ¿por qué tomó esta decisión? Lo que mantiene Irma es que, en cualquier caso, alguno de los testigos que aportó en el procedimiento eran menores: «Ahora mi querida Ro ya es mayor de edad pero antes era una niña».

Irma, que se mantiene en un discreto plano en estos momentos, refrenda muchas de las afirmaciones que ha realizado Raquel Mosquera en los últimos tiempos, aunque matiza con contundencia: «hay otra parte de lo que ella cuenta que a mí no me consta. No puedo decir que sea mentira, pero sí que yo lo desconozco». Lo que sí tiene claro es que quiere dejar clara su posición: «en su día no me pude defender porque, en efecto, había unas medidas cautelares que me impidieron hablar con naturalidad».