Cámbiame lo ha vuelto a hacer. ¿El qué? Volver a girar el programa en otra vuelta de 180 grados para regresar a su formato inicial: El de la pasarela del cambio con sus tres únicos estilistas con el objetivo de recuperar la audiencia que un día les apoyó y que ahora parece darle la espalda de forma… ¿definitiva? No lo sabemos.
Lo que sí sabemos es que el taller de cambios ha cerrado sus puertas despidiendo así al equipo de profesionales que lo componían. A continuación las claves de esta reciclada estrategia televisiva y de la que planea la alargada sombra del ultimátum.
Cámbiame, ¿a las puertas de echar el cierre definitivo?
Hoy todo volvía a la normalidad en Cámbiame. Nada de equipo, adiós al taller, sin jueces y sus valoraciones. Eso sí, la polémica Dakota Tarraga volvía a la televisión tras su paso por Hermano Mayor y lo hacía, supuestamente, reformada, llegando a Cámbiame como una persona nueva que pedía a gritos (literal) un cambio también en su forma de vestir. Cristina Rodríguez sería la encargada de hacerle «su gran cambio». La estilista y figurinista, junto a Pelayo Díaz y a Paloma González, se sentaba de nuevo en su tradicional sillón siendo hoy la responsable de tal objetivo.
Ni Moncho Moreno, ni Kley Kafe, ni Juan Avellaneda y tampoco Manuel Zamorano o Fiona Ferrer aparecían en el programa de hoy. ¿El motivo? La Fábrica de la Tele ha decidido prescindir de sus servicios, por lo menos hasta nueva orden. El programa vuelve a sus orígenes buscando desesperadamente la fidelización de su escasa audiencia.
