Círculo de Bellas Artes de Madrid. A las afueras de ese enclave de ensueño, una manifestación que provocaba que el evento llevase (aún) más retraso de la cuenta. Casi tres horas de un photocall que se dividía en dos (minúsculas) partes: una zona delimitada para la prensa de fotografía fija y otra acotada para el sector audiovisual, entre los que nos encontrábamos nosotros.
Un veroño infinito. Un calor apabullante, las quejas entre los compañeros de prensa cada vez era más claras y evidentes. Reclamaban agua y espacio. El comentario de todas y cada una de las invitadas que se acercaban a contestar nuestras preguntas arrancaba con lo mismo: “¿Cómo aguantáis este calor?” Gajes de este oficio…
El hielo lo rompía José Mari Manzanares, impecable en un tuxedo de Dolce & Gabbana y arriesgando en moda, como siempre. Puntualidad exquisita también para Sara Carbonero, anfitriona del evento, quien se mostraba muy ilusionada con la responsabilidad que la publicación con la que lleva tantos años colaborando dejaba en sus manos.
El que más sorprendió fue Carlos Baute, al que quisimos recordar las palabras de Marta Sánchez, que declaró a Cotilleo que «no creo en las segundas oportunidades, si me llama a la puerta y me dice que viene a portarse mejor, quizás cantamos juntos de nuevo». El venezolano no daba crédito a lo que se le preguntaba: «¿Qué le pasa a Marta?»
Entre las más esperadas Elizabeth Hurley, Eva Herzigova y Oliva Palermo, famosa por no interactuar nunca ante las cámaras en este tipo de eventos y que contestó sonriente a la pregunta de nuestro compañero Raúl Rodríguez: What are you wearing tonight?! – I’m wearing Dior, sentenció orgullosa una de las pocas personas en el mundo a la que de verdad podemos llamar influencer.
Mónica Cruz, María León, Laura Sánchez y David Ascanio, Inés Sastre, Cari Lapique, Carla y Caritina Goyanes, Marta Hazas y una imponente Vicky Martín Berrocal vestida con un diseño propio, quien quiso dejar claro que ella fue “la primera bloggera de Elle y quien presentó la gala del 20º aniversario de la revista junto a Boris Izaguirre”. Victoria es mucha Victoria. Siempre.
Vestida de Jorge Vázquez se acercaba a nosotros una simpatiquísima Paula Echevarría, confirmando, por supuesto, asistencia junto a su hija Daniella al concierto que su marido David Bustamante ofrecerá junto al resto del elenco de Operación Triunfo el próximo 31 de octubre en el Palau Sant Jordi de Barcelona.
Alba Carrillo no pasó al segundo estadio. Vayamos por partes. Los invitados, en primer lugar, pasaban por la zona donde se encontraba la prensa de fotografía fija. En segundo lugar, los organizadores acompañaban a la persona en cuestión hacia “la zona dos”, es decir, la de la prensa audiovisual y tras posar varios segundos, se acercaban para poder ser preguntados. Los reporteros, que se conocen todas las técnicas, empezaron a gritar el nombre de la modelo: “¡Alba, por favor, ven!”, reclamando unas palabras de la todavía esposa de Feliciano López. Ella, desde lejos y con la mano dijo contundente “No. Hoy no”.
Tres horas de decepcionante espera para recibir al reclamo del acontecimiento, a uno de los platos fuertes de la noche, a una Gwyneth Paltrow que finalmente ha posado no más de 10 segundos (y flanqueada por el matrimonio Tous) ante las cámaras. La actriz ha preferido hacer oídos sordos, literalmente, ante el deseo de nuestros compañeros por arrancarle unas cordiales y cariñosas respuestas en su perfecto español.


















En aquella entrevista, Belén se pronunciaba, por vez primera, sobre los problemas que estaba encontrando para firmar el convenio regulador: «No ha querido firmarlo. He pedido una casa para mi hija, 150.000 pesetas y un mes de verano que él escoja para que se la lleve. Pero como no está de acuerdo con las condiciones, este mes de agosto no se la dejo. No se la va a llevar porque por esa niña (con once meses) he dado la cara yo y soy yo la que la mantengo y la que la ha tenido». Ante la posesión con la que Belén se refería a su hija, Ximo Rovira llamaba la atención a su invitada: «Entiendo que también es su hija, no sé por qué te refieres a ella con esa posesión» a lo que ella respondió: «Yo le dije que se la llevara quince días en agosto y él me dijo que se la quería llevar todo el mes y yo le dije que todo el mes no».
Pero no solo en esta ocasión Belén Esteban confesaba no querer que Jesús tuviera relación con su hija. La Princesa del Pueblo visitaba el plató de ¡Qué calor! para conceder una entrevista a la periodista Cristina Tàrrega. Durante su intervención Belén reconocía lo que ahora niega: que Jesulín de Ubrique quería la custodia compartida: «Él no quiere darme la custodia de la niña. A mi hija te aseguro que no me quita, no tengo miedo de nada. No me la va a quitar por mucho que me diga que va a luchar por la custodia de su hija». En esa tertulia también explicó que Carmen Janeiro quería ver a su sobrina pero que, para que se produjeran esos encuentros «siempre tengo que estar yo delante, que soy su madre. Y eso es lo que tu no quieres».




De este modo, el Príncipe Andrés pretende blindar el futuro profesional y económico de sus hijas, que ven como poco a poco van siendo relegadas de su función con la corona desde la llegada de Kate Middelton a la corte británica. El que la mujer de Guillermo de Inglaterra, heredero del heredero al trono, cuente con el beneplácito de Isabel II, supone, a los ojos de las hijas del Príncipe Andrés que ella acuda a los eventos más glamurosos, tenga mucha más ropa, disponga de su propia limusina para sus desplazamientos y que, además, cuente con un equipo de protección real privada. Ella que no tiene sangre real, mientras que las nietas directas de la reina deben viajar en turista para ahorrar costes a la Corona.
Respecto a lo de Marc Márquez, la propia protagonista se ha pronunciado en el programa Partido a Partido de Radioset y ha asegurado que le parece un poco lucrativa esa noticia. «Ya lo dejé claro en su día, me pidió una foto y no ha habido nada más. Jamás he tenido una cita con él, no le he llegado a conocer más que aquella vez en la que pidió una foto cuando era pretendienta y nunca han salido palabras sobre él de mi boca. Sí que dije que era muy mono, que no sabia quien era cuando se me presentó pero no tengo nada que ver con él», ha concluido firmemente.





































La cantante aseguró en esta entrevista que había «soñado y sentido con estar encima del escenario de Eurovisión». Añadió además que «tenía una canción en inglés y que se había ofrecido muchos años a la productora». De momento no tenemos confirmación ni de Televisión Española, ni mucho menos de los organizadores del festival. La oferta está sobre la mesa y Vero lo deja caer.






