La modelo Eva Sannum robó el corazón de un joven Felipe, heredero de la Corona de España. La belleza de esta mujer nórdica (que realizó más de una campaña en ropa interior) culta y con una educación superior (como Letizia) parecía la media naranja de nuestro príncipe.
Casa Real tuvo que tragar. Nadie estaba dispuesto a ceder, pero siempre tuvieron la esperanza de que sucediese algo para poder evitarlo. El 11 de septiembre de 2001 las agendas estaban preparadas para anunciar el compromiso, pero la historia pasó por delante del amor.
Letizia y Eva: educación superior
Tanto Letizia como Eva son dos mujeres que han estudiado una carrera. Por un lado, tenemos a una periodista especializada en comunicar y en transmitir noticias. Una cara conocida del pueblo español que resultaba en sus inicios muy familiar. Letizia era alguien que parecía ganarse la simpatía de su pueblo.
Eva era una publicista que había venido a estudiar español a nuestro país. Una persona que llegaba para eclipsar a este país con su belleza. Sabía lo que tenía que hacer para venderse y mostrar lo mejor de sí misma. No quería detenerse y su amor pasaba por encima de los demás. En este caso Felipe era su única prioridad.
Una Cenicienta
Eva Sannum era toda una cenicienta moderna. Sus padres se habían separado y ella había tenido que trabajar para ganarse la vida. La mejor manera de hacerlo era a través de su belleza natural. El modelaje le permitió tener la vida que siempre había soñado, con muchos lujos y acceso a personas interesantes.
Por su parte la entonces princesa Letizia se había ganado la carrera a pulso. Descendiente de una larga saga de periodistas y con una abuela que era todo un símbolo de la radio, se inclinó por esta profesional. Todo lo que consiguió lo hizo por méritos propios, trabajando se sol a sol y haciendo de enviada especial por el mundo.
El consejo de Casa Real
El asesor de la Casa Real se reunió con don Felipe cuando su romance con la noruega era una realidad. El fallecido Sabino Fernández-Campos tuvo largas conversaciones con el príncipe para evitar lo que él consideraba un duro palo para la monarquía. Una decisión que parecía equivocada.
En primer lugar, por ser una persona que no tenía ningún vinculo con el país. En segundo, por su profesión, una modelo que tenía fotos más que subidas de tono. Una futura reina en ropa interior puede ser la peor imagen que se puede dar de algo tan tradicional como una corona real.
Como con Letizia, una cuestión de Estado
El mismo presidente del Gobierno, José María Aznar fue llamado por la Zarzuela para que opinara sobre el futuro matrimonio del príncipe de Asturias. Al parecer, Felipe no estaba dispuesto a escuchar lo que decía su familia, ni amigos sobre la mujer que le había robado el corazón.
Felipe González también le visitó para mostrar la misma opinión que su rival político. Intentando aconsejar sobre la mejor decisión para el país. El corazón del príncipe no era solo suyo, representaba el destino de toda una nación. Felipe escuchaba pero seguía en la misma línea.
Un corazón roto
Felipe nunca escatimó con palabras de amor hacía la que fue su novia. ¿Qué le enamoró? Aparte de su belleza natural que casi dos décadas después se mantiene intacta. Parece que se trata de una mujer fuerte, digna, sensible y con una alta capacidad de superación, hasta llegar hasta lo más alto.
Eva tenía muchas cualidades para impresionar a cualquier hombre. Era tan poderosa su mirada y palabras que consiguió su príncipe para ella sola. Tuvo una relación duradera con uno de los hombres más poderosos del mundo. Parecía que había llegado hasta lo más alto y se mostraba orgullosa de ello.
Los amigos estaban a favor
Solo el pequeño círculo de amigos del príncipe estaba a favor de la relación del príncipe y la modelo noruega. Amigos y allegados de la pareja intentaban hablar con los medios para mostrar la parte positiva de la modelo. Intentar hacerla entrar en una sociedad y en un palacio que parecía que no la querían.
Haakon de Noruega los presentó en 1997. Uno de los herederos al trono con una intención clara de traer la modernidad a las antiguas casas reales. Lo demostró con su mujer, una plebeya con un hijo, separada y con un oscuro pasado. Nada parecía poder superar al amor que se tenían entre ellos.
El destino les separó
El príncipe estaba dispuesto a dar el paso y la Casa Real tuvo que ceder. Se preparó una nota de prensa. En ella Zarzuela se sentía orgullosa de anunciar el compromiso de su alteza real don Felipe de Borbón y Grecia con una joven publicista y modelo. Parecía que al amor había triunfado por fin.
El destino cruel se encargó en evitar que esa nota se envíe. Era el 11 de septiembre de 2001, las torres caían y con ellas el amor de Eva y Felipe. Eva no esperaría más y Felipe cedería frente a las presiones. Cuentan las lenguas de vecindona que, años después, todavía en la actualidad, la expareja conserva una gran amistad y que incluso se les ha podido ver juntos por Madrid en el más sano de los sentidos (nada amoroso). Desde luego sería un caso claro de ‘ver para creer’, y nosotros, en este caso, no lo creemos. Aún así, no sabemos cómo le sentará a Letizia. O sí…