Se había anunciado que este verano sería el de la reconciliación de la familia real de cara a la galería, y así se está produciendo. En el punto de mira, doña Letizia y doña Sofía tras el rifirrafe ocurrido durante la última misa de Pascua. El asunto traspasó fronteras y reportó muchas críticas a la reina. Y tras esto llegó Corinna y bloqueó a don Juan Carlos. Así es el plan que han desarrollado en Casa Real para salvar la imagen de don Felipe y doña Letizia.
El verano más complicado
Nunca se había vivido un verano tan tenso para la familia real. Y mira que han ocurrido cosas. Sin embargo, ninguna del mismo calado que las sucedidas este año. El rifirrafe acaecido durante la última misa de Pascua entre reinas levantó un tsunami de críticas. La mayoría se opuso a doña Letizia porque su actitud con doña Sofía no era de recibo. Parece que la reina no pudo más y explotó boicoteando a su suegra. El hecho confirmaba lo que era un secreto a voces, la desunión de los Borbones.
Doña Sofía es el miembro de la familia real más querido. Su descalabrado matrimonio con don Juan Carlos hace que se empatice con ella. Pocas mujeres mantendrían el tipo representando a la monarquía con tanta dignidad con los problemas personales que arrastra. Por otro lado, tiene otra característica, su cercanía. Siempre sonríe, saluda y tiene una palabra atenta y un gesto amable.
Un plan para limpiar la imagen de Letizia
El eco mediático que tuvo lo sucedido en la misa de Palma obligó a diseñar un plan para frenar la crisis. En el punto de mira, doña Letizia, cuya imagen había quedado muy tocada tras lo sucedido. Otra vez se la percibía mandona, chinchosa y dominante al evitar a toda costa la fotografía de doña Sofía con Leonor y Sofía. Obsesión es lo que tiene la reina con sus hijas. Siempre está encima de ellas. En público, les toca el pelo, las abraza… Sin duda, una actitud sobreprotectora que no pasa desapercibida.
El plan para demostrar que no había problemas entre la reina Letizia y doña Sofía se materializó a las puertas del hospital donde don Juan Carlos convalecía. Los reyes contemplaron a la reina emérita junto a sus nietas con una sonrisa complaciente. El gesto tuvo transcendencia mediática pero no consiguió acabar con los comentarios acerca de la relación entre los diferentes miembros de la familia real.
Letizia no perdona a Sofía
Tras ser coronado don Felipe, doña Letizia inició una nueva etapa en palacio. Los nervios y las inseguridades de antaño quedaron desterrados. A partir de ese momento, el mando lo tenían ella y su marido. Por tanto, ya no tendría que aguantar más injerencias. Había llegado el momento en que podía ejercer como reina siguiendo su propio modelo. Doña Letizia no critica el que puso en práctica su suegra pero prefiere desarrollarse en otras áreas.
A pesar de que la reina emérita cambió su actitud negativa contra Letizia cuando comprendió que su hijo estaba enamorado, la reina es algo que no olvida. Tampoco quiso aceptar sus consejos cuando se los ofreció recién llegada a la familia real. Quizás, la soberana pecó de una excesiva seguridad en sí misma al creer que su experiencia ante las cámaras le facilitaría mucho su nuevo trabajo. No fue así, tal y como ha podido comprobarse en los primeros años como princesa. Si algo ha incomodado a la reina es la prensa. No lleva nada bien ser el foco de atención y lo ha demostrado sobradamente.
Juan Carlos, noqueado por Corinna
Tras el incidente de la misa de Pascua, don Juan Carlos se alarmó al comprobar que el mismo había dejado al descubierto la realidad familiar. Así las cosas, quiso poner su granito de arena para dar una imagen de unidad. La misma iba a producirse este mes de agosto. Estaba previsto que el rey emérito regateara y que el Club Náutico se convirtiera en el escenario donde plasmar la foto de buena sintonía.
Los planes de don Juan Carlos se han venido abajo al verse bloqueado por Corinna y sus demoledoras y presuntas confesiones sobre el manejo de su patrimonio. El asunto ha dado origen a una investigación judicial que debe determinar si las grabaciones son auténticas. Posteriormente, tocará analizar lo explicado por Corinna para averiguar si sus afirmaciones son veraces, constitutivas de delito y si no han prescrito. También es importante fijar si estos supuestos delitos habrían sido cometidos por don Juan Carlos mientras ejercía como rey.
Salvar al rey Felipe
La no asistencia de don Juan Carlos al veraneo real se ha justificado alegando a su salud. El comunicado enviado revela que al rey emérito no le conviene moverse tras los últimos problemas sufridos y que le han hecho pasar por el quirófano. En el posado oficial de los reyes en Palma el pasado domingo, don Felipe expresó que su padre estaba fastidiado porque deseaba pasar unos días en la isla disfrutando del mar.
Nadie duda que don Juan Carlos necesite reposo pero sí de que ese sea el motivo por el que se ha apeado del veraneo real. Tras el tsunami Corinna, el rey emérito se ha convertido en un personaje incómodo por ciertos aspectos de su trayectoria personal. Y como aquí de lo que se trata es de salvar a don Felipe, se ha aplicado un cordón sanitario para que la imagen de don Juan Carlos no contamine a su hijo. Así las cosas, todo indica que no volverán a ser captados juntos en público.
Juan Carlos como su hija Cristina
Don Juan Carlos sigue la misma senda que enfiló su hija Cristina cuando se conoció el Caso Noos. Don Felipe apartó a su hermana y a Iñaki Urdangarín de la Casa Real y les conminó a que se establecieran fuera de España. La infanta y su familia se establecieron en Ginebra, donde no les ha faltado nada. Su nivel de vida es bueno. Ella percibe 30.000 euros mensuales por los dos trabajos que desempeña.
Tras abdicar, el rey emérito ha visto reducidos ciertos privilegios, como el personal a su servicio, algo que le ha disgustado. Sin embargo, puede seguir disfrutando de la buena vida que tanto le gusta. Por este cargo honorífico, don Juan Carlos percibe 15.000 euros al mes. Además, cuenta con un grupo de amigos donde abundan los millonarios, como los Fanjul o el Aga Khan, entre otros.
Sofía, una experta en el arte de disimular
El plan trazado hace meses para transmitir una imagen unida de la familia real sigue en pie. Los ideólogos de palacio han diseñado un acto destinado a cimentar la idea de que doña Sofía y doña Letizia se llevan muy bien. A tal efecto, suegra y nuera, acompañadas por Leonor y Sofía, han dedicado la mañana a visitar dos mercados. La sintonía emitida ha sido buena. Sin embargo, no debemos olvidar que la reina emérita es toda una experta en disimular la realidad y aparentar buena cara por muy mal dadas que vayan.
La desmembración de la familia real coincidió con el matrimonio de don Felipe y doña Letizia. A partir de ese momento, la buena sintonía entre el rey y sus hermanas fue desapareciendo. Elena no perdona que su cuñada apoyara a su ex marido tras el divorcio. En cuanto a Cristina, considera que la reina ha sido la mayor instigadora de la purga realizada por el rey en pro de la transparencia.
¿Vacaciones privadas?
En el aire queda si este verano doña Letizia podrá cumplir su sueño de disfrutar de vacaciones privadas. La reina siempre ha defendido que ella y su marido solo tienen veinte días libres al año y que están en su derecho de vivirlos alejados de la prensa. Y es aquí donde salta una de las mayores críticas en su contra, que ejerce de reina como si se tratara de un funcionariado de alto grado. En este sentido, don Felipe sabe que la corona hay que ganársela día a día y que los despistes se pagan muy caros.
Para la reina Sofía, agosto está resultando durísimo. Su sonrisa intenta disimular la pena que lleva dentro al verse ultrajada públicamente por Corinna. Una cosa es que se comente sin pruebas y otra que la amante de tu marido confirme la relación. Doña Sofía ha vivido un matrimonio con tintes de calvario. Don Juan Carlos jamás ha dejado de hacer lo que le apetecía. Eran otros tiempos en los que se daba por descontado que la esposa tenía que aguantar en silencio.
Elena y Sofía, las grandes aliadas de Felipe
La infanta Cristina no va a pisar Palma. Aunque se había comentado que el encarcelamiento de Urdangarín sería el pasaporte que la devolvería a la isla, la realidad es que don Felipe no ha dado la autorización para que eso ocurra. Los hijos de los ex duques de Palma ya son mayores y prefieren apoyar a su madre en estos difíciles momentos. La familia es una piña que ha aclimatado su vida a la realidad carcelaria de Iñaki.
A la infanta Elena le toca mitigar la ausencia de su padre. Va a participar en las regatas y ya está instalada en la isla. Junto a ella, Victoria Federica. Está por ver si se produce alguna foto de familia donde podamos ver a los reyes, la infanta Elena y doña Sofía. Cuando Elena de Borbón fue apartada de la función institucional, manifestó que sabía que ese momento iba a llegar y que si la necesitaban, podía contar con ella. Don Felipe sabe que por más diferencias que su madre y su hermana tengan con Letizia, en ellas siempre tendrá a dos fieles aliadas. Hoy, más que nunca, las necesita a su lado para intentar remontar el annus horribilis de la monarquía.