El 2018 está resultando un año cargado de espinas para la familia real. Don Felipe intenta devolver el esplendor de antaño a una institución que vive sus horas más bajas. La palabra corrupción sobrevuela palacio y se ha llevado del plano público a don Juan Carlos. Mucha tela que cortar. Por si lo anterior no fuera suficiente, doña Letizia está destrozada desde que conoció la muerte de alguien que marcó su destino.
El hombre que cambió el destino de Letizia
Si en algo coinciden quienes estuvieron cerca de Letizia Ortiz en su época de periodista es en su capacidad de trabajo y sus ganas de superación. Estaba en CNN Plus cuando el destino hizo una jugada que cambió el curso de su vida. En TVE buscaban nuevos rostros y al encargado de reclutarlos le encantó como se desempeñaba doña Letizia ante la cámara y quiso hacerle una prueba.
Pedro Roncal dirigía en aquellos días el Canal 24 horas y fue quien le dio a Letizia Ortiz su gran oportunidad. La periodista venció y convenció tras la prueba y Pedro vio claro que había que contratarla. Y ahí empezó su gran andadura profesional, que se vio interrumpida cuando se anunció el compromiso matrimonial con don Felipe.
Verano y dolor
Desde el principio, Letizia y Pedro conectaron muy bien. Él era un hombre afable y discreto, el hombro en que se apoyaba la periodista cuando había tensiones profesionales. Roncal fue uno de los primeros en conocer la relación sentimental de la periodista con don Felipe porque así se lo contó ella. Jamás se fue de la lengua. Siempre leal y discreto.
El pasado domingo, un infarto acabó con la vida de Pedro Roncal. Tenía 54 años y nada hacía presagiar la fatal circunstancia. El deceso se produjo en Pamplona, donde pasaba las vacaciones con su familia. Estaba casado con la periodista Pilar García Muñiz, quien está desolada. Han sido muchos los rostros del mundo de la comunicación que han hecho llegar el pésame a los familiares de Pedro.
El principio del fin
Letizia Ortiz quiso que Pedro Roncal y su esposa estuvieran en su boda con don Felipe en 2004. Jamás perdieron el contacto que traspasó el plano profesional para instalarse en el personal. Lo cierto es que la reina está desolada ante tan terrible pérdida. Ella, al igual que el resto de personas que conocían al periodista, no imaginaba que se marcharía a una edad tan temprana.
Sin duda, el 2018 está resultando durísimo para doña Letizia, que ha hecho frente común con don Felipe para salvar a la monarquía de la quema que se inició con el caso Noos y ha acabado con el tsunami Corinna. La reina sabe que hay que aplicarse a fondo y hacer concesiones, de ahí que para ella se haya diseñado un perfil más bajo.
Sacando el barco a flote
En estos tiempos revueltos, don Felipe se ha propuesto sacar a flote el barco de la monarquía. Del mismo han sido expulsados la infanta Cristina y don Juan Carlos. Los dos quedaron señalados cuando saltó el Caso Nóos. A Iñaki Urdangarín las ansias de dinero rápido le ganaron la partida. Ahora está en la prisión de Brieva, y allí permanecerá durante cinco años y diez meses, se supone que con los permisos pertinentes.
Las grabaciones donde Corinna explicaba que don Juan Carlos había recaudado dinero para el Instituo Noos, amén de achacarle un manejo opaco de su patrimonio, con testaferros y cuentas en Suiza incluidas, han provocado una importante crisis en Zarzuela. El rey emérito fue apeado del veraneo real y no volverá a aparecer en público junto a los reyes.
Todos los que están, ni uno más
Si algo ha quedado claro tras el veraneo real es que la primera familia del país está compuesta, única y exclusivamente, por don Felipe, doña Letizia, la princesa Leonor, la infanta Sofía, la reina emérita y la infanta Elena. Y aquí se acaba la historia. Eso sí, que nadie crea que las cosas han mejorado entre la reina y el tándem formado por doña Sofía y Elena. Las espadas siguen más en alto que nunca.
Así como en público todos se han esforzado por ofrecer una imagen de unidad, en el ámbito privado doña Sofía y su hija no han cruzado palabra con doña Letizia. La reina emérita y la infanta Elena se han sentido atropelladas por el proceder de la esposa de don Felipe y eso es algo que imposibilita tender puentes. Eso sí, no les queda más remedio que soportarse en público.
La mejor versión de Letizia
Una vez coronado don Felipe, doña Letizia sintió que, por fin, podía pisar fuerte. Hasta entonces, no le había quedado más remedio que seguir las pautas de don Juan Carlos. Una pena que el rey emérito tirara todo su rédito por culpa de Corinna. Botswana fue el principo del fin. El rey Juan Carlos perdió la cabeza por su amiga especial y lo ha pagado muy caro.
Doña Letizia sabe lo que quiere y se ha preparado a fondo para ejercer de reina consorte. Su línea es muy diferente a la seguida por doña Sofía por una cuestión de edad y formación. Este verano ha demostrado que está totalmente comprometida con la institución que representa. Si Palma se le ha atragantado, lo ignoramos porque ha mostrado su mejor cara. La reina Letizia ha paseado por la isla con sus hijas y ha pisado el club náutico. Algo impensable otros veranos.