Extremeños, madrileños, vacos… a partir de este viernes por la noche muchas ciudades españolas tendrán un toque de queda, o como cada uno lo quiera llamar. Hartos de Netflix, y para dar en lo hocicos a quienes dicen que el confinamiento es aburrido, vamos a dar con el plan perfecto que debe acabar con una buena ración en una noche de sexo.
Antes de la noche de sexo, lo primero

Sí, hemos dicho que esto es un plan que termina en la cama. O, bueno, donde cada uno quiera. Pero antes de nada hay que pasar por la cocina. Un plan con sexo necesita un buen aporte de calorías. De media, un hombre quema unas 101 calorías practicando sexo, mientras que una mujer quema alrededor de 69 calorías.
Otro factor a tener en cuenta es, evidentemente, el tiempo que dure el acto sexual. Distintas investigaciones han determinado que la media de tiempo en las relaciones sexuales suele estar entre los cinco minutos y medio y los seis. Por lo que parece claro que en este intervalo de tiempo no se llegará a las 100 calorías.
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Sexo líquido

Vale, hemos comido. La boca puede haberse quedado algo seca. Ahora es el momento de tomar un buen vino. Quitará algo de presión, si los afortunados se han conocido hace poco, ¿o eso ya no se estila? En todo caso, el vino no sobra.
Según un estudio que realizaron las universidades de Torino y Florencia, el consumo moderado de vino tinto incrementa el deseo sexual de las mujeres. Esta investigación analizó la respuesta de 798 mujeres de la Toscana que tenían una relación estable. Las conclusiones que se extrajeron de este estudio es que las mujeres que presentaron mayor deseo sexual fueron las que tomaban entre una y dos copas diarias. Se va calentando la noche de sexo…
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El sexo por los oídos entra

Hemos cenado. Hemos bebido. ¿Y dónde están los conejos? Con calma. Todo llega. Antes vamos a poner algo de música. La relación que existe entre la música y el sexo es tan poderosa que el psicólogo musical Daniel Müllensiefen de la Universidad de Londres, exploro en su estudio Science Behind the Song, la relación entre la música y el amor.
Más del 40% de las personas expusieron que escuchar música los estimula igual o más que el tacto durante el acto sexual. El estudio fue encargado por Spotify para explorar la relación entre la música, el amor y la seducción y demostrar la importancia que tiene la música en la vida amorosa de las parejas.
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A conejear

Una vez que está todo listo, turno para ponerse como conejos. Los distintos toques de queda no sabemos cuánto durarán, así que lo mejor es comer, beber, ponerse buena música y chingar como conejos, que es maravilloso para recuperar los años de vida que nos ha quitado el covid.
Muchos estudios han evidenciado la buena asociación entre el sexo y una presión arterial más baja; en concreto, mantener relaciones sexuales -que no la masturbación-, reducen la presión arterial sistólica, el valor máximo de la tensión cuando el corazón se contrae.
Además, mantener relaciones sexuales alivia el estrés de muchas maneras. Por un lado, estar cerca de la pareja nos relaja, reduce nuestra ansiedad y por tanto el estrés. Abrazar, tocar y besar a nuestro compañero o compañera nos hace sentir bien, ya que mientras sucede la relación sexual liberamos un químico cerebral que acelera el centro del placer y la recompensa del cerebro. Además, el sexo aumenta la autoestima y la felicidad, otra buena receta anti estrés.