El poder es el mayor afrodisíaco, decía un gran conocedor de los entresijos del mando político, Henry Kissinger. La socióloga británica Catherine Hakim lo explica muy bien en su libro Capital erótico. El poder de fascinar a los demás: cuanta mayor energía sexual desprende una persona, más beneficios llega a conseguir en su vida personal y profesional. Cada cierto tiempo, sale a la palestra pública algún ranking que valora el feeling sexual que generan los políticos, también es España. Durante la Transición, Adolfo Suárez conquistó gran parte de su éxito a base de convencer a las mujeres. ¿Es Pablo Iglesias un icono del macho de izquierdas? ¿Se ha convertido Santiago Abascal en todo un icono gay? Eso es lo que parece según algunos comentarios, reportajes y publicaciones de moda masculina y femenina. Veamos algunos de los políticos actuales que más llaman la atención.
ALBERTO GARZÓN, ¿UN SEX SIMBOL?
Cada vez más, los políticos cuidan su imagen y sus apariciones. Lejos han quedado las imágenes de chico de izquierdas de Alberto Garzón. Desde que asumiera el liderazgo de IU y sobre todo ahora en el Gobierno de Coalición, se ha cuidado de aparecer siempre bien vestido en calidad de Ministro. En su caso no ha optado por la vía Castells de aparecer en el congreso con camisetas reivindicativas.
Desde su salto a la primera plana política, siempre ha aparecido entre los políticos más deseados, por hombres y mujeres. En la campaña de 2016, incluso, se le llegó a criticar el uso excesivo del photoshop para eliminar las señales de su rostro, una parte de su personalidad y que según ha relatado en alguna ocasión son fruto del acné de la adolescencia.

ÍÑIGO ERREJÓN, EL POLÍTICO CON CARA DE NIÑO
Otros de los sex symbols de la izquierda es Íñigo Errejón. Su rostro aniñado le ha valido ser considerado muy atractivo tanto por hombres como por mujeres. En su caso, son mayoritarios los casos de féminas que encuentran muy atractivo al ahora líder de Más Madrid, y anteriormente cofundador de Unidas Podemos.
Cada vez que sube al púlpito del Congreso, una legión de seguidoras destaca sus palabras, y trata de convertirlo en trending topic. Pero el momento más álgido de Errejón como sex symbol fue su entrevista en Esquire con unos atuendos más masculinos y una expresividad que derritió a muchos lectores (en ambos sexos).

SANTIAGO ABASCAL, ¿ICONO GAY?
Al igual que Alberto Garzón, Santiago Abascal cuida ahora mucho más las fotografías que sube a redes sociales y las imágenes públicas que de él se difunden. Quizás tenga algo que ver que su pareja actual sea una influencer. El caso es que hemos dejado de ver a un joven con algo de melena que no termina de encajar en un estilo a un hombre en la cuarentena que se cuida y que no tiene ningún reparo en mostrar su cuerpo trabajado a base de ejercicio.
Ahora bien, y a pesar de la controvertida opinión y política que defiende sobre el colectivo de los homosexuales, Santiago Abascal se ha convertido en un auténtico icono gay y un sex symbol más atractivo para muchos hombres que para las mujeres.

ALBERT RIVERA, OTRO SEX SYMBOL
En la última hornada de políticos, son muchos los que quieren hacer el papel completo que hizo Adolfo Suárez: ser clave en la política y el devenir de España, y, de paso, utilizar el encanto y su atractivo a su favor. No hay nada de malo en ello. Albert Rivera ha pasado por ese trance. La primera vez que se habló de él en la prensa nacional fue a raíz de la polémica campaña de Ciudadanos en Cataluña, en la que él aparecía desnudo, solo tapando sus partes.
Desde entonces, su ego no ha dejado de crecer. Se lo han rifado actrices, presentadoras y muchas ciudadanas de la calle. En el caso de Rivera, el atractivo es menor entre el colectivo Gay, y eso que su formación es más tolerante que la de Abascal, por ejemplo. Desde luego, en ambos casos tener un alto autoestima y una consideración de uno mismo como guapo ha ayudado bastante.

PEDRO SÁNCHEZ Y EL FALCON
En la última campaña electoral vimos cómo la batalla entre unos y otros, sobre todo entre los que se consideran más guapos, se dirimía en primeros planos. Las pancartas de los principales partidos políticos eran directamente sus rostros, bien enfocados, bien maquillados, con una postura que potenciara su rostro. En el caso de Pedro Sánchez, incluso alguna colega primera ministra ha hablado en público de lo guapo y atractivo que le encuentra.
Todos recordamos la funesta pero a la vez interesante fotografía en el Falcon de Presidencia, con las gafas de sol y el traje negro. O sus posados en bañador que han creado legión de seguidoras, sobre todo.

BORJA SÉMPER, EL SEX SYMBOL QUE DEJÓ ESCAPAR EL PP
En las filas populares también encontramos a varios iconos gays y sex symbols. Desde la presidencia, Pablo Casado ha buscado abandonar su rostro de bueno y se ha dejado barba, lo que a muchos les ha parecido muy acertado. Javier Maroto también se ha destacado como atractivo en las filas, aunque ambos siempre han sido aupados de los más sexies del PP por Borja Sémper. El político vasco se ha convertido en un icono gay y al mismo tiempo en un sex symbol para muchas mujeres. En sus redes sociales no deja de ganar seguidores que valoran su naturalidad. Ahora, alejado de la primera línea política, sigue enamorando con sus poesías.
