No cabe ninguna duda de que el emérito atraviesa ahora por uno de sus momentos más complicados. El que fuera jefe de estado en España durante casi cuarenta años ha experimentado un desagradable proceso de declive del que no parece que vaya a reponerse fácilmente. Como paradigma de esta decadencia, el rey Juan Carlos pasa hoy por el cumpleaños más triste de su vida. El monarca abdicado ha alcanzado los 83 años y nada queda ya de esas fiestas multitudinarias en las que centenas de ilustres personalidades lo acompañaban. En estos momentos, nadie quiere saber de él y sufre el frío de la soledad más absoluta. ¿Quieres conocer más detalles? Sigue leyendo, te lo contamos todo a continuación.
La debacle del rey Juan Carlos
> Algunos historiadores y contertulios aseguran a viva voz que el emérito fue una figura indispensable en la transición española a la democracia tras la dictadura de Francisco Franco, e insisten en que siempre será recordado como uno de los pilares fundamentales que ayudaron a construir el nuevo Estado de derecho. Sin embargo, los últimos escándalos y polémicas que ha protagonizado pueden empañar su larga trayectoria como monarca, y de un tiempo a esta parte, su reputación se ha visto muy tocada. Su comportamiento poco ejemplar, tal y como lo definió su propio hijo, el rey Felipe VI, en lo que a la administración de su millonario patrimonio se refiere le ha salido muy caro, hasta el punto de que se ha visto obligado a refugiarse en el extranjero.
El agosto pasado, el rey Juan Carlos se marchó a Abu Dabi, en Emiratos Árabes, y por lo visto no tiene intención alguna de volver, al menos hasta que se disipe la oscura tormenta mediática que descarga con fuerza sobre él. Allí pasa los días en la más absoluta soledad, aunque rodeado de todo tipo de lujos y comodidades que ningún exiliado de la historia ha podido ni siquiera imaginar. Solo sus escoltas y los pocos amigos con los que cuenta en el país asiático le hacen compañía de vez en cuando, y en lo que respecta a su familia, su hija mayor, la infanta Elena, ha sido la única que se ha dignado a coger un avión para visitarlo. El resto de los Borbones han establecido un cordón sanitario a su alrededor, y de momento quieren mantener la distancia para evitar que les acabe salpicando el escándalo que atormenta al monarca.
Con todo esto encima, además de los problemas de salud que achacan al rey Juan Carlos, se puede asegurar sin temor a equivocarse que el año 2020 ha sido uno de los peores de su vida, y este recién estrenado 2021 no tiene pinta de mejorar mucho para él… De momento, empieza con uno de sus cumpleaños más complicados y tristes. El emérito ha alcanzado hoy, 5 de enero, los 83 años, y la situación no está para muchas celebraciones. Tiempo ha, el monarca festejaba por todo lo alto esta marcada fecha en su calendario, pero ahora no queda ni rastro de esas reuniones multitudinarias. De hecho, lo más probable es que sople las velas de la tarta acompañado de muy pocos amigos, si es que le queda alguno.
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La soledad más absoluta del rey Juan Carlos
> Muy sonadas fueron antaño las fiestas que el monarca organizaba para celebrar cada cinco de enero que nació en Roma ese mismo día de 1938. Las conmemoraciones por esta marcada fecha se alargaban durante varias jornadas y reunían a personalidades de todo tipo, desde políticos hasta empresarios, pasando por supuesto por la realeza. Cuando el rey Juan Carlos se convirtió en septuagenario planeó una recepción con besamanos incluido en el Palacio de El Pardo, hasta donde acudieron nada más y nada menos que 500 invitados, entre los que se encontraban José Luis Rodríguez Zapatero, Felipe González, José María Aznar o Calvo Sotelo. Lo más recordado de aquel evento es el emotivo discurso que el entonces todavía príncipe de Asturias dedicó a su padre, al que llamó “patrón”, tal y como solía hacer en la intimidad.
Con motivo de su 80 cumpleaños, en 2018, el rey Juan Carlos también organizó una fiesta multitudinaria, aunque en aquella ocasión fue algo más modesta. Tan solo reunió a 100 invitados, entre los que destacaban sobre todo familiares, incluso lejanos. Hasta la reina Sofía, con quien no ha tenido muy buena relación en los últimos años, estuvo presente en aquella celebración. Parece una estampa completamente inimaginable estos días en los que los Borbones no pueden ni verse y están completamente divididos. De hecho, según las últimas informaciones, el rey Felipe VI y su padre ni siquiera se comunican mediante vía telefónica.
Así las cosas, este cumpleaños del rey Juan Carlos se antoja muy diferente a los anteriores para el rey Juan Carlos. Serán pocos los amigos con los que podrá reunirse en Abu Dabi, y ya no solo por su condición de ‘exiliado’, sino también por la crisis sanitaria provocada por la pandemia de coronavirus. ¿Cómo sobrellevará el monarca que esos 500 invitados a los que un día agasajó con todo tipo de manjares ahora le hayan dado la espalda en su cumpleaños más triste y solitario?
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Se cumple un año de la muerte de la infanta Pilar
> Por si el rey Juan Carlos no tuviera suficiente con este amargo cumpleaños que le ha tocado pasar, dentro de pocos días llegará otra triste fecha para él que de seguro no le traerá buenos sentimientos. El 8 de enero se cumplirá un año de la muerte de la infanta Pilar, que falleció a consecuencia de un complicado cáncer de colón contra el que luchaba incansablemente durante un tiempo. Su funeral fue la última ocasión en la que se pudo ver a gran parte de la familia real reunida, puesto que allí se encontraron las infantas Elena y Cristina, los reyes Juan Carlos y Sofía y los reyes Letizia y Felipe VI. Nadie podía imaginar entonces que las cosas no harían más que complicarse a lo largo del año. Ya saben lo que dicen: lo que mal empieza, mal acaba.