La reina Letizia es una de las personas más observadas de España, pero a pesar de eso, tiene un vicio que puede causarle un grave problema de salud. Sus gestos, posturas, palabras y actitudes se escudriñan en cada una de sus apariciones. Ahora ese estudio exhaustivo de la nuera de la reina Sofía, ha puesto al descubierto una manía o costumbre, que de no corregir, podría provocarle una terrible enfermedad. ¿Quieres saber de qué se trata? Sigue leyendo y te lo contamos todo.
Sus posturas podrán causarle un irreparable trastorno
> Es por todos conocida la rigidez que la reina Letizia presenta en todos sus encuentros. Una espalda totalmente recta, unos hombros perfectamente estirados hacia atrás, y un cuello rígido, que caracterizan sus apariciones, y que para muchos provoca una actitud de altivez y prepotencia, que le han marcado desde siempre.
Sin embargo aunque procura siempre mantener la postura correcta, la reina comete un error, que además de estar fuera de protocolo, y que su suegra le ha recomendado que evite, podría provocarle una lesión de la que le costaría restablecerse. Además las muchas y diarias horas que la mujer de Felipe VI calza zapatos de tacón alto, también perjudican a la enfermedad, que de no poner remedio, es muy posible que se empiece a hacer evidente a la hora de caminar.
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Un error que la reina Sofía siempre ha querido corregir
> La reina tiene por costumbre sentarse cruzando las piernas. Con este acto comete dos graves errores. Físico y protocolario. Empecemos por este último. El protocolo manda que las damas no deben cruzar las piernas al sentarse, y que la postura correcta en la espalda recta, las rodillas juntas y ambos pies en el suelo perfectamente alineados.
Una mujer sentada con las piernas abiertas, cruzadas o con el tobillo de una sobre el muslo de la otra, sobrepasa cualquiera de los límites que marca el protocolo. Cierto que nunca hemos visto a Letizia de esta guisa, pero si la hemos visto sentarse cruzando las piernas. Esta manía que tiene la mujer de Felipe VI ha sido tratada en varias ocasiones. La reina Sofía en sus primeras lecciones sobre cómo ser una buena reina, le dejó claro que esa postura no estaba bien vista y que debería corregirla cuanto antes.
En su día Letizia acogía estos sabios consejos de su suegra, como buenos, puesto que venían de una reina muy profesional, tal y como durante años nos ha contado Jaime Peñafiel que la definía su marido, el rey Juan Carlos.
Una vez que Letizia se empezó a sentirse segura en el papel de pareja de Felipe, las lecciones de su suegra dejaron de interesarle. Su carácter independiente y autodidacta le hicieron ir creando nuevos hábitos, desdeñando todo lo establecido por doña Sofía.
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Una postura cómoda que perjudica gravemente a la reina
> En cuanto a los problemas físicos que puede acarrear su manía de sentarse cruzando las piernas, le pueden causar dolencias en la articulación de la cadera. Según los expertos, esta postura puede conllevar serios problemas y lesiones en la pelvis.
La articulación de la cadera y la espalda serían las partes del cuerpo más afectadas por esa manía de la que la reina Letizia no consigue desprenderse. En dicha postura, los músculos que deberían estar contraídos, no lo están, por lo que se genera una sobrecarga en la pelvis. Al cruzar las piernas, uno de los huesos de la cadera, el isquion, estaría sometido a aguantar todo el peso.
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Los primeros síntomas de su problema empiezan a notarse
> Sin duda, la postura al cruzar las piernas da una sensación de comodidad y bienestar, pero se desconocen los graves problemas que pueden provocar en las mujeres, que como la reina Letizia tiene esta costumbre. La madre de la princesa Leonor empieza a mostrar las primeras consecuencias de su malformación. Se aprecia en las imágenes, que cuando camina o se sienta, estaría padeciendo problemas musculares. Los expertos pueden apreciar ya que las piernas de la reina se ven algo desniveladas y esto podría provocar que acabara con una cadera más alta que otra.
La nuera de don Juan Carlos debería consultar a un médico y tratar de corregir esta postura que tan perjudicial puede resultarle. Si no ha querido seguir los consejos de su suegra, que al menos pregunte a los expertos que le puedan informar sobre la hipertrofias musculares de glúteos y lumbares, inflamación de caderas, problemas circulatorios, desniveles en la pelvis y otros muchos problemas graves.
Siguiente: Sus hijas no cometen el mismo error
La princesa Leonor, y la infanta Sofía no comenten el mismo error
> Letizia, como mujer tremendamente perfeccionista, está tratando de poner fin a esa manía que tanto le está perjudicando. Primero desoyó a su suegra por pura rebeldía, pero la opinión de los expertos a los que si ha escuchado, le han hecho poner fin a tan peligroso vicio. Tanto es así que ahora, que es ella la reina de España, intenta siempre que puede, adoptar en sus apariciones la correcta y estática postura que el protocolo manda, y no solo lo cumple, sino que inculca a sus hijas la buena costumbre.
No siempre lo consigue, puesto que el suyo es un vicio adquirido del que le costará mucho tiempo desprenderse. Su postura rígida, que tanto desagrada a sus detractores, tiene ahora una explicación científica. De no sentarse así, las incipientes consecuencias de su manía, pueden llegar a ser mucho más drásticas y visibles. Llegarían a ser notables no solo para los expertos, como ocurre en la actualidad, sino también para el resto de personas, que verían como la reina Letizia empieza a cojear debido al desnivel entre sus caderas.
Por eso, a pesar de su corta edad, desde sus primeras apariciones públicas, la princesa Leonor y su hermana, la infanta Sofía, se han sentado de forma correcta, tanto para sus articulaciones, como le importa a su madre, como para el rígido protocolo de rancio abolengo, que tanto le importa a su abuela paterna. De esta forma Letizia trata de evitar que sus hijas caigan en su mismo error.