āĀ”EstĆ” teniendo convulsiones! Vengan aquĆ, por favor. Creo que se ha tomado Valium o algo asĆ. Ā”Por favor, se estĆ” muriendo!ā. La voz de la llamada al servicio de emergencias la noche del 31 de octubre de 1993, Halloween, era la de Joaquin Phoenix. Los paramĆ©dicos no pudieron reanimarlo. TenĆa 23 aƱos, pero ya era un icono generacional destinado a marcar una Ć©poca. Un par de semanas despuĆ©s la autopsia determinĆ³ que habĆa muerto a consecuencia de una sobredosis de drogas, que incluĆa cocaĆna, heroĆna, morfina, efedrina, marihuana y Valium.
āRiver Phoenix, una leyenda de 23 aƱosā
La revista Fotogramas lo despidiĆ³ con el titular: āRiver Phoenix, una leyenda de 23 aƱosā. Tres aƱos antes le habĆa dedicado la portada y un codiciado desplegable (que tantas carpetas adolescentes cubriĆ³) donde lo definĆan como āun sex symbol para los noventaā³. Todo en Ć©l sonaba a futuroā¦ muy corto finalmente, por desgracia.
Lo que pasĆ³ aquella noche ha estado rodeado de mucho misterio a pesar de los muchos testigos, pero siempre se menciona un nombre cuya importancia en el desenlace final varĆa: John Frusciante, el guadianesco guitarrista de Red Hot Chili Peppers. El relato que parece ajustarse mĆ”s a la realidad es el de Gavin Edwards en su libro āĆltima noche en The Viper Room: River Phoenix y el Hollywood que dejĆ³ atrĆ”sā. En Ć©l, afirma que āun amigo guitarrista le dio una taza y le dijo: āOye, Riv, bebe esto, te harĆ” sentir fabulosoā. River no sabĆa lo que habĆa en Ć©l, pero como habĆa llevado a este amigo a rehabilitaciĆ³n dos veces, podĆa adivinar que no era ginger aleā¦ En la bebida habĆa una mezcla de cocaĆna y heroĆna. River de inmediato se sintiĆ³ mal. āĀæQuĆ© me diste? ĀæQuĆ© coƱo hay aquĆ?ā gritĆ³. Para calmarse tomĆ³ un poco de Valium. DespuĆ©s vomitĆ³ sobre sĆ mismo y sobre la mesa. Luego se desplomĆ³ en su silla, inconscienteā.
A partir de ahĆ queda claro que nada sucediĆ³ tan rĆ”pido como deberĆa. Joaquin tardĆ³ mĆ”s de media hora en llamar a la ambulancia āpor sugerencia de un porteroāā¦ Una muy joven y gran perdida para el cine contemporĆ”neo, pero analizamos lo que han dicho otros sobre el hermano de JoaquĆn Phoenix:
Su primer gran amor, la goonie Martha Plympton, que habĆa roto la relaciĆ³n despuĆ©s de tres aƱos por la dependencia del actor a las drogas, no estaba de acuerdo. āYa le estĆ”n convirtiendo en un mĆ”rtir, en una metĆ”fora de un Ć”ngel caĆdo, en un mesĆas. No lo era. Era solo un niƱo, un niƱo de muy buen corazĆ³n que estaba muy jodido y no tenĆa idea de cĆ³mo llevar a cabo sus buenas intencionesā, declarĆ³ en 1993 a Esquire. āNo quiero que me consuele su muerte. Creo que es correcto que estĆ© cabreada con la gente que lo ayudĆ³ a mantenerse enfermo y con Ć©lā.
El actor era una figura atĆpica incluso en un mundo tan proclive a la excentricidad como el cine. Fue el primer hijo de una pareja de hippies que se habĆan conocido haciendo autostop. Le llamaron River por Siddhartha, de Herman Hesse. DespuĆ©s llegaron sus cuatro hermanos: Rain, Leaf (ahora Joaquin), Liberty y Summer. Cuando River tenĆa tres aƱos se unieron a una secta religiosa cristiana llamada Los hijos de Dios y se hicieron misioneros. La abandonaron cuando empezaron a ser conscientes de que tras aquella aparente comuniĆ³n espiritual sĆ³lo habĆa prostituciĆ³n y abuso de menores.
Para ayudar a la familia River, tocaba en la calle con Rain. Cuando la familia volviĆ³ a Los Ćngeles, su madre empezĆ³ a trabajar en la NBC y todos los hermanos empezaron a participar en sus producciones infantiles. A River le llegĆ³ su gran oportunidad con Exploradores (1985) de Joe Dante, que si bien no tuvo el Ć©xito que se esperaba sirviĆ³ para descubrir al mundo su talento. MĆ”s proyecciĆ³n tuvieron los mĆticos films āCuenta conmigoā (1986) y en āLa costa de los mosquitosā (1986), de Peter Weir, donde conociĆ³ a Harrison Ford.
A pesar de estar haciendo ya desde muy joven cine del bueno y con los mejores, hubo algĆŗn intento penoso de transformarlo en un mero Ćdolo adolescente como āāJimmy Reardonā (1988), donde debutĆ³ Matthew Perry. Pero Phoenix no estaba interesado en ese tipo de cine: querĆa riesgo y, sobre todo, querĆa hacer mĆŗsica, su verdadera pasiĆ³n. Y entonces llegĆ³ su pelĆcula perfecta: su agente encontrĆ³ el guion de āEsa cosa llamada amorā (1993), la historia de un taciturno mĆŗsico country atrapado en un triĆ”ngulo amoroso.
Sus adicciones ya eran un secreto a voces y desde la productora se pedĆan informes diarios de su estado de salud. AdemĆ”s de conocer a su pareja, Samantha Mathis, en dicha producciĆ³n, aquella pequeƱa pelĆcula le sirviĆ³ para hacer uno de sus Ćŗltimos grandes amigos: el director Peter Bogdanovich, el exitoso creador de āLas uvas de la iraā, aunque este como muchos otros le darĆan la espalda por su grave problema de adicciones.
Cuando falleciĆ³ estaba a punto de empezar a rodar Entrevista con el vampiro. Su sustituto, Christian Slater, donĆ³ todo su salario a dos de las organizaciones benĆ©ficas favoritas de Phoenix: Earth Save y Earth Trust. Por ejemplo, Leonardo DiCaprio se convirtiĆ³ en su heredero natural y se quedĆ³ con dos papeles que River tenĆa casi cerrados, Diario de un rebelde y Total Eclipse (ambas de 1995).
Ā«Vas a volver a actuar y serĆ”s mĆ”s conocido que yoā
Pero nadie representa su legado mejor que su hermano Joaquin Phoenix. Poco proclive a hablar de su vida personal, sĆ ha revelado que siempre se ha sentido en deuda con su hermano, porque fue quien le ayudĆ³ a redescubrir su amor por el cine despuĆ©s de los primeros rechazos de la industria. El que le obligĆ³ a ver una y otra vez Toro salvaje, de Martin Scorsese, y le animĆ³ para que no se rindiera. Cuando tuvo su primer hijo con la actriz Rooney Mara lo bautizĆ³ como River, su homenaje a un hermano mayor que fue, ademĆ”s, un mentor. Ćl que le dijo: āUn dĆa vas a volver a actuar y serĆ”s mĆ”s conocido que yoā.