Por mucho que la Princesa Leonor no deje de ser una adolescente más, todavÃa con 16 años, y si estar en esa edad es motivo de preocupación para los padres, porque en muchos casos ese periodo va acompañado de rebeldÃa, en su caso es aún más motivo de alarma ya que cualquier cosa que hace se mira aún más con lupa. La futura Reina de España se podrÃa decir que también se ha rebelado contra su madre, quizás en su caso porque el cargo aristocrático que llevan tanto ella como la Infanta SofÃa les ha impedido en parte disfrutar de «una vida normal».
Cosas que no podÃa hacer Leonor
En Zarzuela, ni la Princesa Leonor ni su hermana SofÃa ha habido siempre cosas de niños normales que ellas no podÃan hacer por actos oficiales o por la prensa rosa que las perseguÃa, sin contar que las dos siempre estuvieron ocupadas con su agenda oficial. Por ejemplo, no podÃa sumarse en actividades grupales básicas de niños, desde ir al parque a disfrutar con sus amigas, hasta recibir a sus compañeros del colegio Santa MarÃa de Rosales en casa. También tuvo que sufrir las estrictas decisiones de su madre, la Reina Letizia, como modificar el menú de todo el colegio por uno más sano con la idea de protegerlas y enseñarlas.
La primera rebelión de Leonor
Por otro lado, Leonor y su hermana siempre han tenido prohibido jugar videojuegos y exponerse en redes sociales, y hasta retratar su vida social. Ante todo esto, y al llegar a la adolescencia, todo eso cambió, ya que la princesa se rebeló contra su madre. La decisión formó parte de un recambio histórico generacional que demanda la Casa Real y en el que la Princesa y su madre dieron el primer paso cuando la Reina Letizia le concedió el asiento de acompañante a su hija en la llegada a Mallorca, un detalle nunca antes visto.
Su «piercing»
La princesa Leonor aprovechó este año las vacaciones de Semana Santa del calendario escolar de Galés, donde estudia primero de Bachillerato, para regresar a España, estar con su familia y retomar su agenda pública. Pues bien, en ese instante, en su primer acto público en aquel entonces, en el Centro de Recepción, Acogida y Derivación (CREADE), donde son atendidos refugiados ucranianos, no pasó desapercibido un detalle que se fue haciendo viral en los dÃas posteriores: el segundo pendiente que lucÃa en una de sus orejas la hija mayor de Felipe VI y Letizia.
Al estilo de su madre
A ese piercing de Leonor, exactamente igual que el que llevaba la reina Letizia desde hacÃa unos meses en su oreja izquierda, se sumó el ‘cuff’, un pendiente que se coloca sin necesidad de tener un orificio, y que llevó en la parte superior de su oreja durante su segundo acto público, en este caso en solitario, a un instituto público de la localidad madrileña de Lavapiés. Este gusto reciente de la princesa por los piercings puede resultar sorprendente pese a que sea una adolescente de 16 años por esa rigidez protocolaria que se presupone a una institución como la Corona española, pero no es raro en la realeza ya que Mette-Marit de Noruega, Charlène y EstefanÃa de Mónaco, y Rania de Jordania, los lucÃan en alguna oreja.
Con todos los detalles
Ahora, Leonor se encuentra en Baleares junto a su familia: sus padres, su abuela y su tÃa, la princesa Irene de Grecia, y de nuevo todas las miradas se han posado en ella, en su «look», al que parece que no le faltaba de nada en cada aparición en público, ya que llevaba anillos, piercing y una perfecta manicura. Tampoco le ha faltado en varias ocasiones una cadena de oro que llevaba escrita una palabra en árabe que también ha dado mucho de qué hablar en los informativos de nuestro paÃs. El pasado mes de julio, en Santiago de Compostela, lució un anillo que rememoraba al que suele llevar doña Letizia de Karen Hallam.
Locura por su vestido
Al look de Leonor cada vez se le presta mayor atención. Recientemente salió a una cena «de chicas», con su madre, su abuela y su hermana, y su vestido y el de su progenitora causaron gran revuelo. La reina Letizia sorprendió con uno muy corto, de estampado rosa y mangas largas acabadas en elástico, con un cinturón como detalle, cierre frontal con botones y bajo con volantes. La pieza se vende en Zara por 29,95 euros y a media mañana del dÃa siguiente solo quedaban pocas unidades de las tallas más menudas. La princesa vistió otro vestido corto de Zara, de distinto estampado y en su caso, de color azul, y la prenda está ya completamente agotada.