Parece mentira, pero hace quince años ya que una jovencísima Chenoa salía en chándal a la puerta de su casa para confirmar su ruptura con David Bisbal. Sin embargo, a lo largo del tiempo ha ido cambiando esa tristeza por una gran confianza en si misma. Así, la hemos visto muy bien acompañada por pretendientes de la talla de Álex González o David de María. Aunque, su final feliz ha terminado llegando de la mano del doctor Miguel Sánchez Encinas, con quien tiene pensado pasar por el altar. Este ha sido el camino de amores y desventuras de la triunfita más polémica de todos los tiempos.
Su tormentosa relación con David Bisbal
> Se conocieron siendo dos jóvenes con una ilusión en común: triunfar en el mundo de la música. Y gracias a la academia de Operación Triunfo lo consiguieron, aunque lo que no esperaban es que el brutal éxito les cambiara la vida para siempre. Chenoa y Bisbal salieron del famoso concurso siendo la pareja más querida de España, aunque poco les duró la felicidad. Fueron tres años de un amor de película, que terminó como la más horrible de las pesadillas, al menos para ella.
Así lo relataba Chenoa en el libro de sus memorias Defectos Perfectos, dónde no escatima en detalles: «David estaba de viaje por Latinoamérica y una semana antes de regresar, me envió un ramo precioso con una nota que decía algo así como ‘Ya llego’. Yo seguía flotando en mi nube de amor y flores blancas, cómo no iba a hacerlo. Cuando regresó, yo estaba trabajando y, al volver a casa, me lo encontré con la maleta hecha. ‘Tengo que pensar, necesito tiempo, mejor lo dejamos’. Ya había pasado otra vez y él había vuelto al poco tiempo, arrepentido y con las cosas claras: él me quería. Y punto. ‘Tómate tu tiempo. No hay problema. Veremos qué pasa’. Cuando le llamé al día siguiente, no noté nada raro. Estaba viendo la tele con sus padres. No pensé que la cosa fuera definitiva, pero lo era, al parecer».
Y es que al parecer David ya había anunciado su ruptura durante un rueda de prensa sin consultarle absolutamente nada. «Alguien me llamó por teléfono (…) ‘Pon la tele’. Allí estaba David, en una rueda de prensa en Caracas, encantado de la vida, diciendo que no estaba con nadie».
Y, para rematar, cuando quiso hablar con él y pedirle explicaciones, éste ya había cambiado de número. Un mazazo que le costó mucho superar a la argentina. «Era el peor día de mi vida. Le llamé y una voz contestó que aquel número no correspondía a ningún usuario. Llamé a su hermana. Vaya papelón, la pobre. Me dijo que lo entendiera, que no me podía dar el número nuevo. Había cambiado de teléfono».
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