‘Supervivientes’ es un programa en el que se crean vínculos muy especiales entre los concursantes. Las circunstancias extremas que tienen que vivir, más todo el tiempo que tienen que pasar juntos en la isla, sin más diversión que la de tus compañeros, hace que crezcan historias de todo tipo. Son muchas las historias de amor que han surgido en Honduras y algunas de las más inesperadas.
El amor de Kiko Rivera en ‘Supervivientes 2011’
Uno de los fichajes históricos en ‘Supevivientes’ fue el de Kiko Rivera en la edición de 2011. Jessica Bueno era una modelo totalmente desconocida para el público, mantuvo un perfil bajo durante el concurso y no quería meterse en polémicas. El paso por el programa de los dos estuvo marcado por la amistad especial que crearon. Era habitual verles compartiendo gestos de cariño y complicidad, en los que se respiraba mucha química. Sin embargo, en el tiempo que estuvieron en Honduras, mantenían que eran solo amigos: “Nos hemos conocido aquí, somos buenos amigos, pero no pienso más allá”, explicaba el hijo de Isabel Pantoja.
Fue en su regreso a España donde el amor terminó por surgir. Kiko Rivera tuvo que abandonar ‘Supervivientes’ por sus problemas de gota, mientras que Jessica Bueno se quedó a las puertas de la final. A pesar del tiempo que habían pasado separados, la conexión seguía entre ellos y decidieron apostar por una relación. Su noviazgo fue muy intenso y los dos parecían estar muy enamorados. Tuvieron un hijo en común, que fue el primero para ambos y el primer nieto de Isabel Pantoja.
Durante su estancia en ‘GH VIP 8’, Jessica Bueno se sinceró sobre sus comienzos con Kiko Rivera. Mantiene que durante ‘Supervivientes’ lo veía como un amigo y que todo fue cambiando conforme más lo conocía: “Le veía como a un amigo. Yo era una niña, él me cuidaba y me llevaba a todos los lados, estaba siempre con él, me hacía reír un montón. Luego, en un momento que él ya sentía por mí, ya estaba enamorado de mí y me dijo que si solo le veía como un amigo era mejor no vernos. Me dio tanto dolor oír eso… Y entonces, pasó”. Para la modelo fue fundamental el sentido del humor de Kiko para enamorarse.
