comscore

Sandra García-Sanjuán desvela como es la relación de Paloma Cuevas y Luis Miguel

Sandra García-Sanjua*n, empresaria y presidenta de la Fundación Nuestra Niños en Alegría, ha compartido con el equipo de Europa Press sus sentimientos de admiración y cariño hacia su amiga Paloma Cuevas. Ambas mantienen una discreta amistad pero lo cierto es que se conocen desde hace muchos años y se apoyan mutuamente en todos sus proyectos.

Es por ello que la empresaria no ha dudado en contarnos una de las anécdotas más especiales de su amiga, sin poder evitar deshacerse en halagos hacía ella: «Paloma es maravillosa, de las mujeres más extraordinarias y con una calidad humana increíble. Ha tenido un niño apadrinado mucho tiempo de mi fundación, trajo a varios niños, a ocho niños, y se instalaron en su casa. Los tuvo unas vacaciones allí, los trajo en un campamento a España, niños que viven en chabolas, que no tienen nada. De repente, la finca de Paloma, ella haciendo de madre, les preparaba palomitas, les ponía películas de Disney, les tenía felices».

En cuanto a la relación actual de Paloma Cuevas con el famoso cantante Luis Miguel, Sandra elogia a la pareja, describiéndolos como un «equipazo» que se refuerzan el uno en el otro: «Son una pareja preciosa, hacen un equipazo, se potencian mutuamente, sacan la mejor versión de cada uno juntos y es una inspiración verles juntos».

Además, asegura que «Paloma es una gran estrella que hace brillar todo lo que tiene alrededor. Tiene una energía tan positiva y ella es tan bonita por fuera y por dentro».

Sobre la posibilidad de asistir a una posible boda entre Paloma Cuevas y Luis Miguel, Sandra destaca que lo más importante es su felicidad: «Yo no lo sé, lo importante es que sean felices, que estén disfrutando de la vida y estén como están, qué maravilla, él está triunfando, arrasando, llena todo en el mundo entero, qué gusto y qué maravilla».

La empresaria también tiene palabras de admiración para el chef José Andrés, destacando su labor increíble en la ayuda humanitaria. Recuerda la rápida respuesta del cocinero ante desastres naturales, como en Acapulco, donde la Fundación Nuestra Niños en Alegría ha construido escuelas.