Kiko Rivera reaparecía este martes 31 de octubre ante las cámaras en la estación de AVE, en Atocha, en Madrid para viajar hasta León, donde tuvo un bolo como dj. Discreto y sin ganas de desvelar en qué punto se encuentra tras todas las polémicas que ha habido en su círculo familiar, el dj optaba por guardar silencio con un comportamiento que nos llamaba mucho la atención.
El ‘pequeño del alma’ de Isabel Pantoja lleva desde hace ya unos años sin sentarse en un plató de televisión. Una decisión que tomó después de romper la relación con su madre y su hermana y también, por su salud, ya que estaba pasando momentos de ansiedad que le hacían sentirse mal anímicamente.
Desde entonces, el dj está en un segundo plano y así parece que va a seguir. Este martes se mostraba indiferente ante las preguntas del reportero acerca de la información que apunta que Isabel Pantoja se habría arrepentido de no asistir a la boda de su hija y ante la noticia de que la tonadillera podría despedir el año dando las Campanadas.
Acompañado de unos amigos que ejercían de guardaespaldas llegando a empujar al reportero, Kiko abandonaba la estación de Atocha sin abrir la boca y sin desvelar en qué punto se encuentra su situación económico tras conocerse que su madre está ‘hundida’ por la deuda que tiene con Hacienda.
