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La cocina de mi restaurante siempre bien equipada

Tanto por exigencias de calidad como por la falta de tiempo y las medidas sanitarias, las cocinas a veces parecen más centros tecnológicos que lugares en los que se elaboran platos. En cualquiera de ellas son necesarias una serie de máquinas que hacen el trabajo más sencillo, a la vez que consiguen que los clientes se vayan más satisfechos del local y vuelvan con frecuencia.

Mesa refrigerada

Podemos comenzar hablando de la mesa refrigerada, que se ha desarrollado con fines sanitarios y también con la idea de ahorrar tiempo a los cocineros. Si la vemos desde fuera, parece una mesa normal. Tiene una encimera de acero en la que los profesionales pueden trabajar y una serie de puertas o cajones que son para almacenar los alimentos.

La gran diferencia es que esa mesa en realidad es una nevera. Todo el interior está refrigerado, lo que significa que se pueden almacenar alimentos durante bastante tiempo e incluso colocar ahí los platos casi terminados.

Dependiendo de las necesidades de nuestra cocina, la podemos adquirir con puertas de cristal, que nos dejan ver lo que hay dentro, con espacios de almacenamiento de gran tamaño o con cajones muy pequeños en los que meter platos.

Marmitas industriales

Cuando en una cocina industrial hay que hacer grandes cantidades de guisos, las marmitas industriales son las mejores opciones.

Con una de ellas se pueden hacer sopas, legumbres y todo tipo de guisos para muchas personas. Por lo tanto, no es necesario colocar decenas de ollas y estar pendientes de todas ellas.

Estas marmitas están confeccionadas en acero inoxidable y tienen potencias muy altas, por lo que cocinan en poco tiempo. De hecho, se parecen a una olla express de tamaño gigante. Vienen con varias medidas de seguridad, como un termostato y válvulas que evitan la sobrepresión, lo que consigue que no haya accidentes, ya que no queremos que una olla de este tamaño explote.

Gracias al acero inoxidable es muy sencilla de limpiar una vez que hemos terminado de utilizarla. Vamos a poder emplear cualquier producto de los que tenemos en la cocina para este fin.

Barbacoas profesionales

¿A quién no le gusta una buena barbacoa? En una cocina profesional, tener una es sinónimo de éxito, pero lo que no pueden hacer en estos lugares es encender fuegos con leña o carbón. De este modo, recurren a una barbacoa profesional eléctrica, o de gas, que alcanzan más de 400 grados en su superficie, sellando así los alimentos de manera rápida y dejando todos los jugos en el interior de la pieza.

Se evita así que las chuletas queden duras y que se hagan en unos pocos minutos, algo fundamental en estos entornos en los que se tiene que servir muy rápido. Las de gas ya vienen preparadas con un escudo o, dicho de otro modo, hay una piedra cerámica que evita que la grasa entre en contacto con el fuego. Esto es algo peligroso en las cocinas y además calcina la carne, lo cual nunca es bueno.