El pasado 15 de junio nos enterábamos del triste fallecimiento de María del Carmen Martínez-Villaseñor Barrasa, conocida artísticamente como ‘Mari Carmen y sus muñecos’, a los 80 años de edad a causa de una caída en su casa de Tenerife.
Este miércoles, los medios de comunicación hablaban con su hijo, Miguel Manuel Amanzor, y nos confesaba que «nunca se me había ido un ser querido tan cercano y creo que lo peor está por venir, pero muy mal…» y aseguraba que había pasado «de la tristeza más absoluta y la impotencia a la alegría porque siento a mi madre conmigo».
Hoy, la ciudad de Cuenca le está dando el último adiós a ‘Mari Carmen y sus muñecos’ y las cámaras de Europa Press han sido testigos de cómo el coche fúnebre con los restos mortales de la ventrílocua llegaban a la Iglesia de San Pedro, situada en su ciudad natal, ante la atenta mirada de decenas de conquenses que se han desplazado hasta el lugar para despedirse de ella.
El alcalde de Cuenca, Darío Dolz, también ha querido estar presente en la misa que se ha celebrado en su memoria para mostrarle sus respetos y su admiración por la carrera intachable que ha tenido durante todos estos años. Tras el ataúd, llegaba el hijo de Mari Carmen, Miguel Almanzor, junto a su novia y otros familiares.
Entre aplausos terminaba entrando el féretro de la ventrílocua en el santuario, lugar en el que lo han colocado frente al altar con una rosa blanca y una fotografía de ella junto a Doña Rogelia encima del ataúd, uno de sus muñecos más conocidos a lo largo de su carrera profesional.
