Si ya estás pensando en los puentes de diciembre, en pueblos para escaparte que no te pillen muy lejos, por aquello de que cuando menos tiempo tardes en llegar y menos gasolina te gastes tanto mejor, en las siguientes líneas te vamos a mostrar algunas alternativas más que interesantes de localidades con con encanto de la Sierra de Madrid. No lugares inhóspitos sino pueblos de fácil acceso y en los que lo mismo puedes encontrar calles pintorescas con espacios naturales de gran belleza paisajística por los que perderte un rato.
Pueblos para escaparte como Buitrago
Uno de esos pueblos para escaparte que no pueden faltar en la lista es el de Buitrago de Lozoya. Situado a unos 74 kilómetros de Madrid, se encuentra en las estribaciones de la sierra de Guadarrama y de su belleza da fe su casco urbano, declarado bien de interés cultural por culpa, entre otros detalles, de la conservación de sus edificios, de su castillo y de la muralla que lo rodea. Puedes visitar la Iglesia de Santa María del Castillo, el Alcazar, situado dentro del recinto amurallado, el Puente del Arrabal o Puente Viejo o el Museo Picasso.
Patones de Arriba
En cualquier lista de pueblos para escaparte seguro que figura Patones de Arriba. De ello dan fe todas las personas que lo visitan tanto a diario como en los fines de semana, cuando sus calles se llenan de gente. A destacar en él la arquitectura negra de la sierra de Ayllón que se refleja en todas sus casas, gracias a la pizarra negra como material de construcción, y sus calles empedradas, por guardar el encanto de lo antiguo y por lo bien conservadas que están.
Rascafría
El siguiente de los pueblos para escaparte se encuentra en el valle del Lozoya, dentro del Parque Natural de Peñalara. Rascafría no solo es un lugar en el que perderte en numerosos parajes medio ambientales sino que en él puedes encontrar uno de los monumentos más importantes de toda la comunidad de Madrid como es el Monasterio cartujo de El Paular, todo un patrimonio histórico y que cuenta muy cerca con el puente del Perdón, desde donde parten las principales rutas senderistas, con acceso a pinares, al bosque finlandés, al Arboreto Giner de los Ríos y a las piscinas naturales de Las Presillas.
El Berrueco
Si hay algo que le sobra a Madrid son sierras, y en todas ellas hay pueblos para escaparte y pasar unos días maravillosos. En una de estas sierras, junto a la provincia de Guadalajara, se encuentra El Berrueco, muy cerca de patones de Arriba, cuyo paisaje combina el embalse del Atazar con el macizo de La Cabrera. Su ubicación fronteriza permite conocer el valle del Lozoya, la Alcarria y los campos de Castilla. En él se pueden visitar el puente romano sobre el Jóbalo, y, sobre todo su trazado urbano, que está excelentemente conservado.
Horcajuelo de la Sierra
Si hablábamos antes de sierras en Madrid, en la del Rincón también hay pueblos para perderte como Horcajuelo de la Sierra, que cuenta con un casco urbano que merece mucho la pena ver. Por él discurren los arroyos de Grande y de Garita y en él puedes visitar lugares como la iglesia parroquial de San Nicolás de Bari o la ermita de Nuestra Señora de los Dolores. Si quieres contemplar elementos tradicionales de su historia hay para ello una antigua casa totalmente restaurada que cuenta con todos ellos.
La Hiruela
Tampoco puede faltar entre esos pueblos para escaparte el de La Hiruela, ubicado en la sierra Norte de Madrid, a los pies del Pico del Lobo. Se trata de una pequeña villa que conserva su molino y su colmenar y que es también fiel a la llamada arquitectura negra en sus casas y monumentos. Si quieres hacer también senderismo puedes disfrutarlo en los parajes naturales de sus alrededores, incluyendo por supuesto el impresionante hayedo de Montejo, declarado Patrimonio de la Humanidad.
Torrelaguna
Y en este recorrido por pueblos para escaparte qué mejor que terminar en Torrelaguna, en la comarca del Jarama y muy cerca de la provincia de Guadalajara. Se encuentra rodeado de sierras y si por algo es conocido es por haber nacido allí nada menos que el tan estudiado Cardenal Cisneros, regente del Reino de Castilla por la incapacidad de Juana «La Loca». En esta villa se deben visitar su iglesia parroquial de la Magdalena, el palacio de las Salinas y la abadía de las Madres Concepcionistas Franciscanas Descalzas.
