La relación entre la cantante colombiana, Shakira, y el defensa del Fútbol Club Barcelona, Gerard Piqué, no podría estar peor. Algo que hemos podido comprobar en el tirante encuentro que ha tenido esta semana la expareja (nunca se llegaron a casar porque la de Barranquilla quería, «mantener la fruta de la pasión»). Y es que ni por su hijo acceden a sentarse juntos públicamente.
Problemas en los personal y también en lo profesional …
> Si algo está claro, es que el 2022 no es año de Piqué, y no sólo por la wakaruputura, también por las consecuencias que está trayendo a su rutina diaria. Y sí, estamos hablados de sus continuas fiestas en la noche barcelonesa, que, como mínimo, tienen que bajarle la energía. De hecho, es curioso, porque hace unos días el defesa blaugrana confesó en una conversación con el streamer Jordi Wild que cuando jugaba en el Real Zaragoza una noche de juega dejó, «un coche siniestro en la Ronda de Dalt«, y añade, «quise engañar a un policía y le dije que se me había cruzado un seat, pero se dio cuenta de que me había quedado dormido».
Una circunstancia a la que se le suma su estado de salud, porque desde principios de mayo está lesionado del aductor del muslo izquierdo.
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