Los espárragos cuesta mucho cultivarlos, duran en el suelo del orden de ocho a diez años, pero es innegable que la espera merece la pena porque no sólo están luego muy ricos sino que también son muy nutritivos. Aquí vamos a intentar mostrar una de las mejores recetas que se pueden conseguir con este producto, y encima de las más sencillas, ya que se puede tener lista en menos de 30 minutos. Sin duda se trata de un plato que se puede preparar como una cena, ya que cuando alguien llega a casa le apetece comer bien pero sin tener que pasar mucho rato en la cocina.
Cómo cenar sin pasar hambre
Al margen de los espárragos de los que estamos hablando, lo cierto es que aunque no hay ningún alimento literalmente prohibido a la hora de cenar, sí que hay que tener en cuenta en ese instante que hay que tratar de evitar caer en excesos con el fin de lograr unas cenas de dieta más digestivas, lo que facilitará, por ejemplo, el descanso. Entre los consejos que se pueden dar para lograrlo está el comer a esas horas la verdura cocinada. Eso sí, se puede elegir entre salteada, cocida, al vapor o en forma de cremas calientes o frías. Las ensaladas y las hortalizas crudas, en cambio, pueden provocar hinchazón, o hacer más pesada la digestión. Por el contrario, la comida precocinada, aunque pueda parecer muy ligera suele ser rica en grasas saturadas, sal e incluso azúcar. Además, puede contener muchos aditivos, que tomados en exceso pueden ser perjudiciales para la salud. Para acompañar a esas verduras lo mejor es recurrir principalmente a pescados y carnes blancas. El pescado resulta mucho más digestivo que la carne. Y entre las carnes, mejor si son magras y blancas (pollo, pavo, conejo). Pero no es cierto que la cena tenga que ser rica en proteínas. Basta, por ejemplo, con 60-80 g de pescado o pollo.
