Bibiana Fernández es de esas mujeres con las que podrías estar hablando horas y horas, sin aburrirte, con varios refrescos encima de la mesa y con grandes historias que escuchar. Así es y ha sido durante los últimos años cuando ha accedido a dar alguna entrevista personal en los medios de comunicación. Es icono, una mujer que ha logrado ser quien siempre soñó y que ha luchado contra viento y marea sin que nada le haya podido derribar.
Nació en Tánger, se crio en Málaga y viajó hasta Barcelona para cumplir su sueño. Sus primeros pasos en el cine fueron de la mano de Vicente Aranda, gracias a quien debutó en ‘Cambio de sexo’. En esa película compartió reparto con Victoria Abril y su nombre empezaría a resonar fuerte en el ámbito de la interpretación.
Todos los sueños de Bibiana
Una década más tarde, en 1980 cambia los focos de los platós de grabación por los estudios musicales, ya que publica su primer disco ‘Bibi Andersen’, con el que obtiene un éxito espectacular gracias a ‘Call me lady Champagne’ y ‘Sálvame’. Por aquella época su envidiado físico levantaba pasiones y su nombre empezaba a ser de lo más conocido por la España de la época.
Su proyección en el ámbito de la música y del cine hacen de Bibiana una protagonista de muchos programas de televisión, pero realmente cuando comienza a tener notoriedad en el mundo del artisteo es por sus colaboraciones en algunas películas de Pedro Almodóvar, como ‘Matador, La ley del deseo’, ‘Tacones lejanos y Kika’ o ‘Amantes de lo prohibido’.
Además de sus colaboraciones en televisión, sus entrevistas en la prensa rosa y sus trabajos pasajeros en la pantalla, Bibiana también ha sido presentadora de televisión. En definitiva, no se le ha puesto nada por delante, como cuando concursó en ‘Supervivientes’ o ‘MasterChef Celebrity’.
Hoy, Bibiana Fernández cumple 68 años. Una mujer que es la pura definición de un sueño cumplido. Colaborando actualmente en varios programas de televisión, también participando en las tertulias radiofónicas y mostrando en redes sociales su vida… podemos decir que la actriz nos sigue teniendo igual de enamorados que el primer día que la conocimos.
