Sofia Suescun es uno de esos fenómenos televisivos que nadie comprende: conocida por ser concursante de Gran Hermano, ha pasado de plató en plató aprovechando el tirón de su reciente fama. Y es que los momentazos que ha tenido han sido suficientes para que hablen de ella el resto del año.
Entrada a Gran Hermano
No podemos negarlo, uno de los grandes momentazos de Sofía ya fue en su presentación de Gran Hermano. ¿Por qué? Porque fue la primera concursante del programa que entró al reality con nada más y nada menos que su madre. Evidentemente, hicieron piña, y no se dedicaron a competir entre ellas, lo que indica que fueron allí «por la pasta», como dirían algunos. Bueno, probablemente todos los que entren en el reality sea por ello.
Lo que más llamó la atención fue la relación que tenía con su madre, que al principio del programa hacía que no se conocían de nada. Fue la propia Mayte la que le daba consejos como «No te folles a Suso, hazle una paja». Claro que había un doble juego en estas palabras, porque el propio Suso le dijo a Mayte (sin saber que era la madre de Sofía), que quien realmente le gustaba de la casa era Raquel, y que a Sofía la quería para un revolcón. Mira que cambian las cosas…
¿Maltrato animal?
No se puede hablar de un «momentazo» en el buen sentido de la palabra, pero si Sofía ha llegado hasta donde está, también ha sido en gran medida por las polémicas que ha generado. Entre estas polémicas, destaca una de cuando estaba todavía en la casa de Gran Hermano con Mayte.
Y es que hubo una petición que movió Internet de arriba a abajo, en la que se pedía la expulsión, tanto de Sofía, como de Mayte, por incentivar el maltrato animal dentro de la casa. Si no viste el reality te lo resumimos: esto se debe a varios comentarios por parte de las concursantes, como «le he quitado las uñas a mi gato», o «puto perro, que no, tiene un patadón en la cabeza». Al final la solicitud no llegó a ninguna parte, y Sofía se llevó el premio.
