Al final, todo termina por cansar y eso parece que ocurre con MasterChef Junior, que se estrenó la pasada semana con los peores registros de audiencia de su historia. Aunque el formato parece tener todavía una gran fiabilidad, los datos demuestran que no es lo mismo para el público el ver a adultos, ya sean anónimos o famosos, que a niños y niños. Los detractores de éstos parecen ser muchos en las redes sociales, especialmente al prototipo que dicen eligen los rectores del programa de La 1 de TVE. Hay algunas cosas de este espacio que no soporta el personal.
Primeras críticas a MasterChef
No todo han sido alabanzas para MasterChef Junior ni, sobre todo, para el formato original. Las críticas y denuncias empezaron pronto, en la primera edición de 2013, cuando muchos de los asistentes al primer casting de selección de participantes que se hizo en enero en Madrid aseguraron que antes de empezar ya se sabía el nombre de los que serían escogidos. Algo similar ocurrió en el de Barcelona, donde se alegó que había mesas formadas por filas de 10 personas y ordenadas alfabéticamente, todos menos uno. Desde la productora Shine Iberia negaron todas acusaciones realizadas al programa.
