Mila Ximénez no dudó en ningún momento en que cuando falleciese, tenía que dejarlo todo bien atado. Por eso la colaboradora de Sálvame sabía cómo quería que la despidiesen. En primer lugar, fue el Padre Ángel, gran amigo de la periodista, el que hiciera una misa de despedida. Y por otro lado, que sus cenizas se fueran junto a su hija Alba Santana a Ámsterdam, lugar donde reside.
Las cenizas de Mila Ximénez estarán siempre junto a su hija, como ella quería
En cuanto se ha tocado el tema de lo orgullosa que se sentía Mila Ximénez de ella, Alba no ha podido aguantar la emoción y con lágrimas en los ojos aseguraba que: «Orgullosa de ser su hija. Espero continuar haciéndola lo más orgullosa posible el resto de mi vida«. Posteriormente, abandonaba a los compañeros de prensa para despedirse finalmente de Mila.
Posteriormente, Alba junto a sus tíos Manolo, Conchi y Encarna, se han trasladado al crematorio de La Almudena. Este ha sido el lugar donde se han incinerado los restos mortales de la periodista. Afectados, pero muy enteros, todos han demostrado ser una piña en estos durísimos momentos. Ya en la más estricta intimidad, todos han dicho el último adiós a Ximénez.
Las cenizas descansarán junto a Alba en su vida en Ámsterdam tal y como la periodista habría querido. Madre e hija, siempre juntas.
