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Tamara Falcó e Íñigo Onieva derrochan amor y complicidad en la noche madrileña

Tamara Falcó e Íñigo Onieva se han convertido en una de las parejas más buscadas por los medios del último año. Los tortolitos presumen de amor siempre que pueden. En esta ocasión la pareja aprovechó el fin de la jornada para reunirse con unos amigos en un exclusivo restaurante con los que compartieron velada y muestras de complicidad antes de terminar la velada en el piso que la pareja ya comparte en el centro de la capital.

Tamara Falcó e Íñigo Onieva

Tras varias horas en el interior del restaurante, la pareja salió feliz y demostrando que su relación va a las mil maravillas y que Íñigo está completamente integrado en su familia, será el atractivo ingeniero el que acompañe a Tamara en la próxima boda de su primo Álvaro Castillejo Preysler con su novia Cristina Fernández. Cuando le preguntamos si podría ser el suyo el próximo enlace familiar, la Marquesa de Griñón no ha podido evitar una gran cara de asombro, por lo que imaginamos que, disfrutando a tope de su noviazgo, pasar por el altar no entra en sus planes por el momento.

En el mejor momento de su vida a nivel personal, la hija de Isabel Preysler no para de cosechar éxitos a nivel profesional donde compagina a la perfección su faceta de colaboradora de El Hormiguero y sus nuevos estudios en la exclusiva escuela de cocina ‘Le Cordon Bleu’. Hace tan solo unos días Tamara también volvía a retomar su faceta de diseñadora de moda en la presentación de su nueva colección, Fleur d’eté, inspirada en los paisajes de la campiña francesa que toma de referencia el verde intenso del cultivo de la vid y los encantos propios de esta zona.

Derrochando elegancia, Tamara optó por un look black & white con pantalón recto, top asimétrico y salones en color negro, combinados con un abrigo blanco de líneas clásicas. Como complemento perfecto, Íñigo Onieva, de cuya mano paseó radiante por las calles de la capital hasta llegar a su domicilio, demostrando que su noviazgo marcha a las mil maravillas y ha encontrado en el ingeniero madrileño al compañero de vida perfecto.