En un momento delicado de su vida por las consecuencias físicas que arrastra tras padecer el Covid en enero, José Ortega Cano intenta mantenerse – por prescripción médica – al margen de la serie documental con la que Rocío Carrasco está contando su verdad tras 25 años de silencio.
Una vida, la de la hija de Rocío Jurado, en la que el diestro está ganando protagonismo por momentos, ya que después de confesar en el primer capítulo que consideraba que su madre se había equivocado al casarse con Ortega Cano, en la emisión del pasado domingo habló de la adopción de sus hermanos Gloria Camila y José Fernando, a la que la chipionera accedió para hacer feliz a su marido, puesto que ella ya tenía la maternidad ‘cubierta’.
Una adopción que, teniendo en cuenta la elevada edad de la artista y el torero, se pudo llevar a cabo gracias a la firma de Rociíto, que como ella misma ha señalado, se comprometió a hacerse cargo de los pequeños si a ellos les pasaba algo. Hemos preguntado a José Ortega Cano por estas declaraciones, pero en su línea de discreción, el marido de Ana María Aldón guarda un tenso a la vez que triste silencio.
Acompañado por su cuñado Aniceto – puesto que su familia intenta no dejarle solo en ningún momento – el diestro se mantiene al margen y, completamente mudo, no aclara si es cierto el importante papel de Rocío Carrasco en la adopción de sus hijos ni tampoco se pronuncia sobre las nuevas declaraciones de la hija de ‘La más grande’ acerca de su separación de Antonio David.
Así, a pesar de haber sido testigo directo de muchas de las vivencias que está narrando semanalmente Rociíto en su serie documental, un Ortega Cano que no puede disimular su disgusto, guarda silencio y, al igual que el resto del clan, prefiere ver todos los episodios antes de confesar qué le parecen las impactantes confesiones de la hija de Rocío Jurado.
