No es la primera vez que Jorge Javier Vázquez habla sobre su vida romántica y privada, además de que el presentador de Sálvame no tiene pelos en la lengua a la hora de confesar sus secretos más íntimos. Sin embargo, a pesar de que siempre ha asegurado que no le interesa eso de tener pareja estable, sino que prefiere ir picoteando por aquí y por allá, todo ha dado un giro drástico tras recibir una tentadora oferta.
Sí, Jorge Javier parece tener ganas de enamorarse, así que ha aceptado una oferta muy difícil de rechazar. Pero, ¿y qué ha sido de Paco? Seguro que te acuerdas de él, el único novio formal que se le ha conocido al presentador y con el que estuvo diez años. Pues, prepárate, ¡porque te lo contamos todo en Cotilleo.es!
4El bueno uso que Jorge Javier hace de las aplicaciones para ligar
> No resulta nada sorpresivo si te contamos que Jorge Javier le ha recomendado usar aplicaciones para ligar a más de uno de sus invitados. La última, fue a Lolita Flores, quien aseguraba tener ganas de enamorarse. «¿Y has probado con las redes sociales?», le preguntaba el presentador directamente. Y es que ya ha demostrado que él si hace buen uso de las nuevas tecnologías.
«Si para conocer gente hay que adaptarse a las nuevas tecnologías, yo me apunto. Paso de mirar al pasado si no es para recurrir a él como pozo de anécdotas. Nunca para santificarlo, aunque sí creo que en algunos aspectos era mejor», ha llegado a afirmar al respecto. «Lo de mis citas por Tinder me lleva a teorizar sobre la pareja con los chicos con los que quedo. Intercambiamos impresiones, pareceres. Tarde o temprano se habla de las parejas abiertas, de la conveniencia de dejar entrar o no a terceras personas para oxigenar relaciones. Creo que en ese aspecto me estoy volviendo cada vez más conservador», desvelaba en la revista Lecturas.
«Entiendo que, cuando llevas algún tiempo con tu pareja, te apetezca darte un meneo por ahí, pero no como costumbre. Porque entonces tu pareja deja de serlo para convertirse en un colega. Y estoy empezando a entender la pareja como algo más profundo, un algo con un compromiso. ¿Será la edad? ¿La necesidad de agarrarse a algo sólido? No tiene que ver con la moral ni nada de eso, creo que es por una necesidad de no estar comiéndome la cabeza con asuntos para los que, por educación, no estoy preparado ‘¿Se lo pasará mejor con el otro?’ ‘¿No le basta con mi cuerpo?'», reflexionaba sobre el tema.
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