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La reina Sofía, Jorge Javier, Mota… Víctimas de estafas muy crueles

Es una pena pero las estafas están a la orden de día… Cientos de personas se han visto estafadas por dos personas sin conciencia ni piedad: Ana María Bèa y Paco Sanz. Dos estafadores con dos historias muy diferentes y un único propósito: amasar una fortuna ingente de dinero.

Dentro de los estafados hay muchas personas famosas que van desde la reina Sofía, madre del rey Felipe VI, los presentadores Jorge Javier Vázquez, Risto Mejide y Dani Mateo; el humorista José Mota; el actor y humorista Santi Rodríguez; el actor de Escenas de matrimonio David Muro; el actor de La que se avecina, Nacho Guerreros; Pedro García Aguado conocido como Hermano Mayor, presentador y coach de adolescentes; el chef Pedro Roca; los cantante Ramón Melendi y Charo Reina; los presentadores Risto Mejide y Dani Mateo, el youtuber Auronplay y el futbolista del Cádiz Álvaro Negredo.

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La hija falsa del rey y sus maltratos psicológicos a sus víctimas. Así actuaba

La hija falsa del rey y sus maltratos psicológicos a sus víctimas. Así actuaba

> Todo fue una trampa: «Nos metieron en un piso en Cadiz, donde ella estaba como una reina. Allí tenía personas de servicio. Ahí ocurrieron cosas tremendas cómo anularnos la personalidad. Nos grababa y nos prohibió hablar con nuestras familias. Nos llevó por toda España para conseguir dinero».

Santander, el norte, fueron algunos de los sitios donde acabaron: «Dormíamos por e día y viajábamos por la noche. Era todo muy raro. Humillaba a mi padre para que pidiera en la puerta de los supermercados. Solo comían ella y mi hermano pequeño. Nos lavábamos en las gasolineras como podíamos. Mi padre me pidió que no le dejáramos». Ellas se fueron pero él tuvo un destino peor según su testimonio: «Mi padre quiso intentar recuperar el dinero familiar que había perdido. Tenía la cabeza comida y no le auxilió», comentaban en El Programa de Ana Rosa.

Al final la historia terminó con un final trágico. Juan apareció muerto en un campo: «Nadie nos llamó para decirnos nada ni la Guardia Civil».

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