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María Patiño, la obsesión que le impide ser feliz: ¿Por qué no se gusta?

María Patiño lleva toda una vida trabajando en televisión. Empezó siendo reportera de una agencia de noticias, y se pateó las calles de Sevilla en busca de los personajes del momento. Por aquel entonces, era una tímida joven decidida a triunfar en el periodismo, y todavía no había descubierto su gran perdición: las operaciones estéticas. En los más de veinte años que María Patiño lleva apareciendo en la pequeña pantalla, su rostro ha cambiado en infinidad de ocasiones. La periodista parece tener una obsesión con su aspecto físico, y ha entrado a quirófano para hacerse cambios desde la cabeza a los pies. En Cotilleo.es hemos descubierto que este trastorno tiene un nombre, y María Patiño podría estar sufriéndolo en silencio. ¿Quieren saber cuántas veces ha usado la cirugía para sentirse mejor?

La colaboradora se convirtió en uno de los rostros más deseados de Antena 3

María patiño en antena 3

> El 2007 supuso un antes y un después en la vida de María Patiño. Algunos medios empezaron a hacerse eco de la metamorfosis que estaba sufriendo, y fue posicionada como uno de los rostros más sexys de Antena 3. Tenía un cuerpo muy moldeado, y su rostro era cada vez más bello gracias a sus visitas al cirujano. Sus compañeros de cadena notaron un gran cambio en la periodista. Eliminó sus ojeras, se quitó las bolsas de los ojos, y se hizo un aumento de labios, todo ello en 2007. Su boca cambió por completo, pues ganó una gran personalidad gracias al volumen que obtuvo con ayuda del bisturí.

María Patiño se dio cuenta del cambio que había experimentado, y quiso seguir trabajando para que su cuerpo fuera el más deseado de la televisión. Lo primero que hizo fue someterse a tratamientos de rayos uva para que su piel estuviera siempre bronceada. Y, animada por este nuevo éxito, en 2009 volvió a entrar a quirófano para dulcificarse el mentón. Su mandíbula era algo masculina, cuadrada, y muy picuda, así que, le pidió ayuda al cirujano para tener una expresión menos agresiva. De esta forma, su mentón pasó a ser ovalado y suave. La periodista se convirtió en la envidia de todas sus compañeras y, alentada por seguir despertando pasiones, decidió rellenarse los pómulos en 2009. Se inyectó bótox y ácido hialurónico, y su imagen empezó a rozar la perfección.

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