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La bajada a los infiernos de Makoke: Kiko Matamoros hace lo impensable por su novia Marta

Kiko Matamoros está cegado de amor. Vive en una nube y eso le ha hecho perder la conciencia de los principios y valores que antes predicaba con orgullo. Su novia Marta López Álamo le ha nublado la vista y se muestra feliz por anunciar una gran noticia junto a ella por partida triple. Además de querer ser padres en común, quieren casarse y ya tienen mirado un nuevo hogar cuyo alquiler no es apto para todo tipo de bolsillos. No queda todo ahí, también estarían buscando un lugar donde celebrar la boda, un sitio que para resignación de Kiko y a lo que hace unos años se negaba rotundamente con Makoke ahora parece que está encantado con la idea. Si quieres descubrir de qué estamos hablando sigue leyendo. Te lo contamos al detalle a continuación.

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Kiko Matamoros sobre su boda con Makoke: “No me apetece casarme por la iglesia, soy ateo”


> El 16 de septiembre de 2016 Kiko Matamoros y Makoke se dieron el sí quiero en una boda civil en el Castillo de Biñuelas. Un lugar que se decía que estaba maldito y así fue. Famosos como Lolita y Pablo Durán o Arantxa de Benito y Guti ya habían vivido la experiencia que más tarde experimentarían la feliz pareja. Dos ausencias marcadas, los hijos de Kiko, Laura y Diego Matamoros y unos padrinos de categoría: Javier Tudela y Ana Matamoros. Invitados VIP, convite de lujo, y cante y baile hasta el amanecer. Meses antes del enlace, en 2015, comentaba esto en su programa: “Son ya 17 años. Yo no soy muy partidario en los enlaces porque creo que lo importante cuando vives con alguien es quererse y nada más, pero bueno a ella le hace mucha ilusión. La verdad es que me apetece hacerlo bien”, decía dando el beneplácito a la que sería su mujer.

Makoke no tenía la nulidad eclesiástica de su primer marido con el que sí pisó el altar de una iglesia para casarse. Algo que nos hace pensar que aunque la ex modelo estaría dispuesta a volver a repetir, aunque por no discutir con Kiko ni se habría molestado en tramitar historias. “Tampoco me apetece casarme por la iglesia porque me confieso ateo y soy respetuoso”, aseguraba él. Aquí está el quid de la cuestión. Por qué cambia ahora de parecer. Si ni en su primer matrimonio con Marian Flores ni el segundo con Makoke pisó una Iglesia, ¿por qué estaría dispuesto a hacerlo ahora por muy bonita que sea la basílica? Parece que a Kiko se le ha olvidado todo lo que algún día confesó en público y puede que ahora le vengan los remordimientos.

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