Juan Avellaneda ha ocupado últimamente muchos titulares después de que se hiciese público que había padecido cáncer de testículos. Además, en medio de la polémica que ronda a la productora de ‘MasterChef’, Shine Iberia, después de que uno de los concursantes, José Luis Losa, haya denunciado que no ha recibido el trato adecuado, hemos querido investigar más acerca del asunto.
Así, desde Cotilleo.es nos hemos puesto en contacto con Avellaneda para averiguar cuál fue su verdadera experiencia en el reality culinario, cómo se encuentra y qué opina él de todo el caos que se ha generado en torno a su enfermedad. ¡No te pierdas lo que nos ha contado!
El gran susto que se llevó la familia de Juan Avellaneda
> Inmerso en varios proyectos, lo cierto es que su enfermedad cayó como una bomba. «La verdad es que colección de joyas va muy bien, lo de la ropa también. Es cierto que nos ha tocado reinventar con todo el tema de la pandemia, construirlo desde cero, pero hemos conseguido salir adelante. Me ha ayudado a enfocarlo todo, y tengo la fortuna de ocuparme en algo que me apasiona y además que salga rentable, así que estoy muy agradecido».
Después de que todos los medios empezaran a hablar sobre su enfermedad, la familia y otros seres queridos de Juan Avellaneda, según nos ha contado él mismo, se llevaron un buen susto. «El resto de compañeros de ‘MasterChef’ también prácticamente todos me escribieron para preguntarme si estaba bien. Fue una noticia que corrió un poco como la pólvora, pero sobre todo la cosa fue que se dijo en presente y hubo un poco de lío», nos desvelaba el diseñador, aunque la que peor se lo tomó fue su madre.
«Mi madre me llamó preocupadísima, no entendía como es que habiendo quedado con ella todas las semanas, no le había contado nada. El problema es que hay medios que no lo han dicho bien, y mira que lo expliqué en un vídeo, pero hubo algún titular que se cambió y entonces cundió el pánico».
Además, ni siquiera su pareja daba crédito a lo que leía en las noticias. «Mi pareja alucinaba también. De hecho, yo me enteré de todo el lío porque me llamaron y me dijeron: ‘Oye, ¿qué es esto?’ Ahora estoy bien, con las revisiones que tocan, y sí que es cierto que la palabra cáncer tiene ese estigma. Hay que empezar a cambiar eso de que la palabra se asocie directamente con muerte. Cuando no tienes el diagnóstico, es el peor momento, ese impasse de no saber que te ocurre».
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