Isabel Pantoja ya ha puesto valor y precio a su vuelta a los escenarios. Sus fans más fieles están de suerte, pues podrán volver a ver a su artista predilecta muy pronto. Después de un parón a causa de la pandemia por coronavirus, y tras dar uno de sus conciertos más sonados, como fue el del Wizink Center de Madrid el 6 de marzo, retoma su mítica Gira Enamórate. Totalmente renovada y con unos cuantos dramas familiares a las espaldas confirma ya fechas para volver a hacer lo que mejor sabe, que es cantar. Sin embargo, no muchos podrán permitirse ese privilegio pues a Isabel Pantoja se le ha ido la mano con los ceros a la derecha, que son los que más valen, y las entradas parecen estar bañadas en oro si las comparamos con sus precios. Sigue leyendo para conocer todos los detalles de los espectáculos que tiene preparados la tonadillera y cómo afrontará su nueva aparición pública tras meses de encierro.
Un concierto en Madrid demasiado largo, accidentado y sin bata de cola
> Tres horas, ni una más ni una menos, fue lo que duró el primer concierto de la Gira Enamórate. Todo ocurría el 6 de marzo en el Wizink Center de Madrid, más conocido como el Palacio de los Deportes. Una semana exactamente antes de que el Gobierno de España decretara el estado de alarma por la crisis sanitaria que se nos vendría encima y que a Isabel Pantoja le permitió, por los pelos, quitarse la espinita en su regreso a los escenarios después de dos años sin dar un concierto. Algunos de sus fans deseaban ver a la artista con su ya más que conocida bata de cola. Esa que pesa tanto, que es tan difícil de mover, pero que solo ella sabe cómo hacerlo. Sin embargo, su momento estrella se vio difuminado por problemas técnicos que hicieron de la función algo, cuanto menos, algo decepcionante.
En el público, unas 11.000 personas estaban esperando para ver una función sensacional de la mano de una de las únicas cantantes de coplas que aún sigue en escena. Unas horas antes de que comenzara el recital los problemas técnicos ya comenzaban a notarse. La mesa de luces y la de mezclas se rompieron antes del show. Aunque consiguieron mitigar el impacto, los problemas de sonido volvieron con fuerza. “Parece que los de arriba no oyen. Pues, bueno, lo tienen que arreglar por aquí. Yo no puedo hacer nada», decía la cantante cuando escuchaba gritos desde atrás porque no podían escuchar apenas su maravillosa voz. Isabel comenzaba a ponerse nerviosa. Dichos fallos estaban arruinando algunas de sus 54 canciones que en total entonó para el público allí presente, llegando a asegurar entre acto y acto lo siguiente: «Las estamos pasando canutas”.
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