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Iñaki Urdangarín se resiste a hablar de su nueva casa

Iñaki Urdangarín no solo ha conseguido el tercer grado, sino también, un nuevo hogar. Y es que, como hemos ido contando durante los últimos días, el yerno del Rey Juan Carlos se ha mudado a la casa de la Infanta Elena para pasar sus días de semilibertad. No literalmente, pero sí ha presentando a Instituciones Penitenciarias la dirección de su cuñada como su domicilio de arraigo para obtener el tercer grado.

Iñaki Urdangarín

Con su familia en Vitoria, y la Infanta Cristina residiendo en Ginebra, Doña Elena no ha dudado en prestar ayuda a su cuñado, con quien tiene una buenísima relación, y abrirle las puertas de su hogar para que se convierta en su casa mientras continúe disfrutando del régimen de semilibertad que le permite pisar el Centro de Inserción Social de Alcalá de Henares sólo para pernoctar.

Así, tras concluir su jornada laboral en Don Orione, Urdangarín dispone de varias horas de libertad al día que pasa con la hermana de su mujer en la casa en la que ésta vive en el madrileño barrio de Retiro. Cada vez más cerca de lograr su ansiada libertad y poder reencontrarse con su hijo Pablo, que hasta donde sabemos, sigue en Barcelona.

Hemos podido preguntar por esta noticia al yerno del Rey Juan Carlos, pero fiel a su discreción habitual, ha preferido guardar silencio y no hablar de su nueva casa, que no es otra que la de la Infanta Elena.

A pesar de que Urdangarín continué guardando silencio sobre su refugio en casa de su cuñada, se le ve con buena cara y feliz de poder disfrutar en compañía de parte de su familia, que le sigue apoyando. Dos años y medio en prisión sin embargo no han sido suficientes para que otros miembros de la Familia Real perdonen sus delitos.

Eso sí, aunque Urdangarín no se pronuncia sobre ello, se le ve con muy buena cara, muy feliz de estar por fin disfrutando de la compañía de parte de su familia tras dos años y medio en prisión.